
México y sus recesiones regionales | Opinión – EL PAÍS
Hace unos días se presentó el Reporte sobre las Economías Regionales que publica en forma periódica el Banco de México. Este reporte busca “promover un entendimiento más amplio y profundo sobre el desempeño de las economías regionales.” En esta ocasión, el reporte presenta información correspondiente al primer trimestre del año y revela aspectos muy interesantes sobre el desempeño de la economía mexicana en su dimensión regional.
De entrada, hay que apuntar que el Banco de México agrupa a las 32 entidades del país en cuatro grandes regiones: norte (Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas); centro-norte (Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas); centro (Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala); y sur (Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán).
El reporte presenta, entre otros indicadores, información sobre la actividad económica y el mercado laboral a nivel regional. Los resultados presentados arrojan luz sobre las características del proceso de desaceleración económica por el que está atravesando el país y nos pueden ayudar a dilucidar si el país está actualmente o no en medio de una recesión.
Recordemos que a nivel nacional la actividad económica se contrajo en el último trimestre de 2024 (-0,6% con respecto al trimestre previo), pero creció ligeramente durante el primer trimestre de 2025 (0,2%). Este último dato, al ser positivo, permitió que la economía en su conjunto evitara cumplir con el criterio que suele utilizarse en los medios para definir la existencia de una “recesión técnica”, es decir, la ocurrencia de dos trimestres consecutivos con caídas en la actividad económica.
Sin embargo, al analizar los datos a escala regional es posible matizar esta conclusión. Esto se debe a que la información muestra que tres de las cuatro regiones del país ya cumplen con el criterio que identifica a una recesión técnica, es decir, que ya han sufrido dos contracciones trimestrales consecutivas en la actividad económica. Tal es el caso de las zonas norte, centro y sur del país. El caso sin duda más grave es el de la zona Sur, la cual ya acumula tres trimestres consecutivos con caídas en su nivel de actividad económica (-0,4, -0,9 y -1,3%). La única región que se libra de esta situación es la centro-norte. Esta región, si bien sufrió una contracción en el cuarto trimestre de 2024, logró crecer 2.1% en el primer trimestre de 2025.
La información que presenta el Reporte también nos permite identificar a los sectores causantes de las recesiones regionales. En el caso de la zona sur, lo que más se ha caído es la minería (debido a la caída en la producción petrolera) y, sobre todo, la construcción. Este último sector se contrajo en 8% y 20% durante los últimos dos trimestres analizados. De hecho, en su comparación anual, la actividad constructora está 53% por debajo del nivel que llegó a tener en el primer trimestre de 2024. Esto representa una caída brutal que parece estar asociada al término (o detenimiento súbito) de los proyectos prioritarios de la administración del presidente López Obrador.
Por su parte, la recesión en la zona centro se explica por los mismos sectores que en la zona sur (minería y construcción), aunque sus niveles de caída en este último sector son bastante más modestos (-3,4% y -1,4%). En contraste, la recesión en el norte está siendo impulsada por caídas en los sectores manufacturero y agropecuario. La manufactura se redujo en -1,8% y -0,2% en los dos últimos trimestres, mientras que el sector agropecuario disminuyó en -5,7% y -1,9% en esos mismos periodos. La construcción en la zona norte también cayó en el cuarto trimestre de 2024 (-2,8%), pero logró mantenerse estable en el primer trimestre de 2025.
Cabe mencionar que, en general, los sectores más resilientes de la economía hasta ahora han sido el comercio y el turismo, los cuales han tenido crecimientos positivos en casi todas las regiones durante los últimos dos trimestres para los que existe información.
En materia de empleo, los resultados del reporte confirman también una desaceleración generalizada, aunque con algunas ligeras diferencias con respecto a lo observado en la producción. En este caso, todas las regiones alcanzaron ya un máximo nivel de ocupación y todas presentan caídas en sus observaciones más recientes. Las caídas más drásticas han ocurrido en las regiones sur y centro-norte, las cuales alcanzaron su punto máximo de ocupación en el primer trimestre de 2024. De entonces a la fecha, el empleo ha caído en alrededor de 2% en ambas regiones. Por su parte, las zonas norte y centro alcanzaron su máximo nivel de ocupación en el tercer y cuarto trimestre de 2024, respectivamente, por lo que sus caídas en el volumen de empleo han sido de menor duración y magnitud.
Como se puede ver, el panorama que pintan las regiones del país es poco prometedor: la mayor parte de las regiones del país ya se encuentran en recesión técnica y la debilidad del mercado laboral es generalizada. Es cuestión de tiempo que se reconozca que ya estamos en una recesión económica. Mientras más nos tardemos en reconocerlo, más nos tardaremos en hacer algo al respecto y, por tanto, en salir de ella. El tiempo apremia.