
El tiempo puede tener 3 dimensiones, y eso explica por qué sabemos tan poco del cosmos
El físico checo-estadounidense Gunther Kletetschka acaba de proponer una intrigante teoría que podría poner patas arriba nuestra comprensión de la realidad. Kletetschka sugiere que el tiempo no sería una dimensión única que avanza hacia adelante, sino que tendría tres dimensiones, convirtiéndose en el «tejido primario de todo lo que existe». La idea, abre una nueva vía de investigación que nos puede ayudar a resolver uno de los mayores misterios de la física moderna: cómo unificar la mecánica cuántica, la que estudia las propiedades del microscópico mundo de las partículas, con la gravedad para explicarlo todo.
Kletetschka es profesor del Instituto Geofísico de la Universidad de Alaska Fairbanks (EEUU) y su nueva teoría matemática es un bofetón a nuestra concepción tradicional del espacio-tiempo. Mientras que desde hace más de un siglo los científicos han trabajado con la idea de que la realidad está formada por tres dimensiones espaciales (X, Y, Z) y una temporal (el tiempo lineal), Kletetschka propone seis dimensiones combinadas donde el tiempo es tridimensional y el espacio emerge como manifestación secundaria.
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«Estas tres dimensiones temporales son el tejido primario de todo, como el lienzo de una pintura», explica el profesor. «El espacio todavía existe con sus tres dimensiones, pero es más como la pintura sobre el lienzo que el lienzo mismo».
La teoría del tiempo tridimensional
Para hacernos entender este concepto aparentemente imposible, Kletetschka propone imaginarnos caminando por un sendero recto, donde avanzamos y experimentamos el tiempo tal como lo conocemos. Según recorremos el sendero se cruza en nuestro camino otro que cruza el primero y se despliega hacia los lados. Un paso hacia ese sendero lateral nos permitiría permanecer en el mismo momento del tiempo convencional, sin embargo, nos encontraríamos que las cosas son ligeramente diferentes, como una versión diferente del mismo día.
Este movimiento lateral representaría la segunda dimensión temporal, y nos permite explorar diferentes resultados del mismo día sin ir hacia atrás o adelante en el tiempo convencional. Mientras que los medios para transitar de un resultado a otro representarían la tercera dimensión.
A diferencia de propuestas anteriores de tiempo tridimensional que eran «principalmente construcciones matemáticas sin conexiones experimentales concretas», Kletetschka asegura que su trabajo «transforma el concepto de una posibilidad matemática interesante en una teoría físicamente comprobable con múltiples canales de verificación independientes».
Kleteschka la ha desgranado sus ideas en un artículo publicado hace unos días en la revista Reports in Advances of Physical Science. Aunque, como apunta una nota del editor de Phys.org, una teoría así cambiaría nuestra concepción del universo, pero para ser aceptada ampliamente tiene todavía que ser verificada de forma independiente mediante experimentos o réplicas revisadas por pares.
La artillería para resolver el misterio cuántico
Mientras la comunidad científica evalúa esta radical propuesta, una cosa es clara: si el universo realmente funciona con tiempo tridimensional y no como espacio-tiempo, habríamos estado viendo solo una parte de la realidad durante más de un siglo. Y eso explicaría por qué, después de tanto progreso científico, el cosmos sigue siendo en su mayor parte un misterio para nosotros.
Kletetschka confía en sus cálculos y asegura que ha plasmado en su artículo un marco matemático que reproduce con precisión las masas conocidas de partículas fundamentales y predice sus masas. Esta precisión matemática es la clave de un reto mucho mayor. Según el investigador, su teoría puede servir para resolver «el mayor de todos los desafíos de la física no resueltos: unificar la mecánica cuántica y la gravedad en una sola teoría cuántica de la gravedad».
El objetivo es ambicioso, llevamos más de tres siglos buscando esa teoría del todo y todavía no lo hemos conseguido. Si Kletetschka está en lo cierto, sus ideas tienen que ser capaces de unir las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza (electromagnetismo, fuerza nuclear fuerte, fuerza nuclear débil y gravedad) bajo un solo marco matemático.
«El camino hacia la unificación podría requerir reconsiderar fundamentalmente la naturaleza de la realidad física misma», concluye Kletetschka1. «Esta teoría demuestra cómo ver el tiempo como tridimensional puede resolver naturalmente múltiples enigmas de la física a través de un solo marco matemático coherente».
El físico checo-estadounidense Gunther Kletetschka acaba de proponer una intrigante teoría que podría poner patas arriba nuestra comprensión de la realidad. Kletetschka sugiere que el tiempo no sería una dimensión única que avanza hacia adelante, sino que tendría tres dimensiones, convirtiéndose en el «tejido primario de todo lo que existe». La idea, abre una nueva vía de investigación que nos puede ayudar a resolver uno de los mayores misterios de la física moderna: cómo unificar la mecánica cuántica, la que estudia las propiedades del microscópico mundo de las partículas, con la gravedad para explicarlo todo.