
La policía se enfrenta con manifestantes antigubernamentales que exigen elecciones anticipadas en Serbia
Belgrado
AP
—
La policía antidisturbios lanzó gas lacrimógeno contra miles de manifestantes antigubernamentales en la capital de Serbia este sábado.
La gran manifestación en Belgrado, en contra del presidente populista Aleksandar Vucic, fue convocada para respaldar la exigencia de elecciones parlamentarias anticipadas.
La protesta, a la que asistieron decenas de miles de personas, se realizó tras casi ocho meses de manifestaciones persistentes lideradas por estudiantes universitarios serbios que han puesto en entredicho el firme control del poder de Vucic en el país balcánico.
La multitud coreaba: “¡Queremos elecciones!”, mientras llenaba la céntrica plaza Slavija y varias cuadras a su alrededor, con muchos sin poder llegar al lugar.
La tensión fue alta antes y durante la concentración. La policía antidisturbios se desplegó alrededor de edificios gubernamentales y cerca de un campamento de simpatizantes de Vucic en el centro de Belgrado. Se produjeron enfrentamientos entre agentes antidisturbios y grupos de manifestantes cerca del campamento.
“Las elecciones son una salida clara a la crisis social causada por los actos del Gobierno, que -sin duda- van en contra de los intereses de su propio pueblo”, dijo una de las estudiantes, que no dio su nombre al pronunciar un discurso en el escenario, ante la multitud. “Hoy, 28 de junio de 2025, declaramos ilegítimas a las autoridades actuales”.
Al final de la parte oficial de la manifestación, los estudiantes dijeron a la multitud: “Tomen la libertad en sus propias manos”.
Los estudiantes universitarios han sido una fuerza clave detrás de las protestas nacionales contra la corrupción que comenzaron después del derrumbe de la marquesina renovada de una estación de tren, que causó la muerte de 16 personas el 1 de noviembre.
Muchos atribuyeron el derrumbe del techo de concreto a la corrupción desenfrenada del Gobierno y a la negligencia en los proyectos de infraestructura estatal, lo que generó protestas masivas recurrentes.
“Estamos aquí hoy porque ya no podemos más”, dijo Darko Kovacevic. “Esto ha durado demasiado. Estamos sumidos en la corrupción”.
Vucic y su Partido Progresista Serbio de derecha han rechazado repetidamente la exigencia de elecciones anticipadas y han acusado a los manifestantes de planear incitar a la violencia por órdenes extranjeras, que no especificaron.
Las autoridades de Vucic han lanzado una ofensiva contra las universidades en huelga y otros opositores, al tiempo que aumentan la presión sobre los medios independientes en su intento de frenar las manifestaciones.
Aunque la cantidad de manifestantes ha disminuido en las últimas semanas, la gran asistencia a la protesta contra Vucic de este sábado sugiere que la determinación persiste, a pesar de la presión constante y tras casi ocho meses de protestas casi diarias.
La Policía serbia, que está firmemente controlada por el Gobierno de Vucic, informó que 36.000 personas estuvieron presentes al inicio de la protesta este sábado.
El sábado se conmemoró el Día de San Vito, una festividad religiosa y la fecha en la que los serbios conmemoran una batalla del siglo XIV contra los turcos otomanos en Kosovo, que marcó el inicio de cientos de años de dominio turco y tiene un gran valor simbólico.
En sus discursos, algunos de los oradores en la manifestación estudiantil de este sábado evocaron ese tema, que también fue utilizado para alimentar el nacionalismo serbio en la década de 1990 y que más tarde llevó a la incitación de guerras étnicas tras la desintegración de la antigua Yugoslavia.
Horas antes de la protesta liderada por estudiantes, el partido de Vucic transportó en autobuses a decenas de sus propios simpatizantes a Belgrado desde otras partes del país, muchos de ellos con camisetas que decían: “No vamos a entregar Serbia”. Se unieron a un campamento de leales a Vucic en el centro de Belgrado, donde han estado alojados en tiendas de campaña desde mediados de marzo.

En un gesto normalidad, Vucic entregó premios presidenciales en la capital a personas que consideró dignas, incluidos artistas y periodistas.
“La gente no debe preocuparse: el Estado será defendido y los matones serán llevados ante la justicia”, dijo Vucic a los periodistas este sábado.
Las elecciones presidenciales y parlamentarias en Serbia están previstas para 2027.
A principios de esta semana, la policía arrestó a varias personas acusadas de supuestamente planear derrocar al Gobierno y prohibió la entrada al país, sin explicación, a varias personas de Croacia y a un director de teatro de Montenegro.
La compañía ferroviaria de Serbia suspendió el servicio de trenes por una supuesta amenaza de bomba, en lo que críticos calificaron como un intento de impedir que la gente viajara a Belgrado para la manifestación.
Las autoridades tomaron medidas similares en marzo, antes de la mayor protesta antigubernamental en la historia del país balcánico, que reunió a cientos de miles de personas.
Los leales a Vucic instalaron entonces un campamento en un parque frente a su oficina, que aún permanece. La concentración, que fue pacífica el 15 de marzo, terminó abruptamente cuando parte de la multitud se dispersó en pánico, lo que generó acusaciones de que las autoridades usaron un arma sónica contra manifestantes pacíficos, algo que los funcionarios han negado.
Vucic, ex nacionalista extremo, se ha vuelto cada vez más autoritario desde que llegó al poder hace más de una década. Aunque formalmente dice que quiere que Serbia se una a la Unión Europea, los críticos afirman que Vucic ha restringido las libertades democráticas mientras fortalece lazos con Rusia y China.