
“Nos golpeaban sin piedad”: El brutal ataque a pescadores vietnamitas – La Verdad Noticias
Una expedición de pesca se convirtió en un violento incidente internacional cuando la Guardia Costera china presuntamente atacó a un barco vietnamita en el Mar de China Meridional, dejando a 10 tripulantes heridos y desatando una crisis diplomática.
En las disputadas aguas del Mar de China Meridional, un encuentro que comenzó como una intercepción de rutina escaló a un nivel de violencia que ha conmocionado a la comunidad internacional. Diez pescadores vietnamitas resultaron heridos, algunos con fracturas óseas, después de que su barco, el QNg 95739 TS, fuera abordado por personal de la Guardia Costera china cerca de las Islas Paracelso, un archipiélago reclamado tanto por Vietnam como por China.
El testimonio de los tripulantes, recogido por medios estatales vietnamitas, pinta un cuadro aterrador. «Nos estaban golpeando sin piedad», relató Nguyen Thuong, uno de los pescadores hospitalizados, quien sufrió lesiones en el brazo izquierdo. Según su relato, unos 40 individuos de dos buques chinos, identificados con los numerales «101» y «301», usaron tubos de hierro para agredir a la tripulación antes de confiscar su pesca y equipo.
«Levanté las manos para defenderme, sabiendo que no podíamos contraatacar. Después de su ataque, nos obligaron a ir a la proa del barco y nos cubrieron con una lona», añadió Thuong, describiendo una escena de humillación y brutalidad.
La Reacción Furiosa de Vietnam
El gobierno de Vietnam no tardó en reaccionar. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Pham Thu Hang, emitió una enérgica protesta, calificando el comportamiento de las fuerzas chinas como «brutal» e «indignante». Hanoi acusó a Pekín de violar gravemente la soberanía de Vietnam sobre el archipiélago, el derecho internacional y los acuerdos bilaterales para manejar las disputas de forma pacífica.
«Vietnam está extremadamente preocupado, indignado y se opone resueltamente al comportamiento brutal de las fuerzas del orden chinas contra los pescadores y barcos de pesca vietnamitas», declaró Pham Thu Hang.
El Ministerio de Asuntos Exteriores vietnamita convocó a la Embajada china en Hanoi para exigir una investigación rápida y exhaustiva, así como garantías de que actos similares no se repetirán.
La Negación Categórica de China
La versión de Pekín es diametralmente opuesta. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China afirmó que el barco pesquero vietnamita estaba operando «ilegalmente» en aguas chinas. En un comunicado que choca frontalmente con los testimonios y las pruebas presentadas por Vietnam, China describió su actuación como «profesional y comedida», y aseveró que «no se encontraron heridos».
Esta negación categórica ha añadido combustible a la controversia, creando un escenario de «su palabra contra la nuestra» que eleva la tensión diplomática. El choque entre el relato visceral del sufrimiento humano y la fría negativa burocrática se ha convertido en el epicentro del conflicto, generando un debate global sobre quién dice la verdad.
Un Patrón de Agresión, No un Hecho Aislado
Expertos y oficiales militares de la región señalan que este incidente no es un caso aislado, sino la manifestación de una estrategia china cada vez más agresiva en la zona, conocida como «tácticas de zona gris». Estas acciones, llevadas a cabo por la Guardia Costera en lugar de la Armada, buscan afirmar la soberanía sin llegar a un acto de guerra que podría activar tratados de defensa.
Esta escalada se ve respaldada por una nueva ley china que entró en vigor a mediados de junio, la cual autoriza a su Guardia Costera a confiscar buques extranjeros y detener a sus tripulaciones por presunto allanamiento en aguas reclamadas por China. El almirante Stephen Koehler, comandante de la Flota del Pacífico de EE.UU., ha denunciado estas tácticas, que incluyen «embestidas, cañones de agua, láseres y a veces cosas peores», afirmando que China ha fracasado en su intento de intimidar a los reclamantes del Sudeste Asiático.
Este patrón de comportamiento se extiende a las interacciones con Filipinas, donde también se han reportado colisiones y heridos. Todo esto ocurre en un contexto en el que China ignora sistemáticamente un fallo de arbitraje internacional de 2016 que invalidó sus masivas reclamaciones territoriales basadas en la «línea de nueve puntos».
Para analistas como Raymond Powell, director del proyecto SeaLight, que monitorea la actividad en la región, la situación es alarmante. Advierte que las fuerzas de seguridad chinas se han convertido en una «fuerza paramilitar» y que «parece solo cuestión de tiempo que alguien muera durante uno de estos encuentros».