
Las baterías nos permitirán tener energía renovable a cualquier hora a precio asequible
El martes que viene, el Congreso de los Diputados tendrá que convalidar el Real Decreto-Ley 7/2025 —o decreto antiapagones— que, entre otras cosas, crea por fin un marco adecuado para el desarrollo del almacenamiento de energía eléctrica con baterías en España. Esto puede parecer una cosa menor, pero permítanme que intente explicar por qué es mucho más importante para nuestro país de lo que parece a primera vista.
Más allá de las necesidades de almacenamiento que tiene nuestro sistema eléctrico por la alta penetración renovable, hay una cuestión geoestratégica relevante. En Europa, donde no tenemos prácticamente recurso energético fósil fuera de Noruega y del carbón de baja calidad de Centroeuropa, tenemos dos polos de renovables: el sur de Europa, por su recurso solar, y el Mar del Norte, por su recurso eólico. Estas dos regiones están destinadas a ser los dos polos energéticos del continente y, además, deberían convertirse en las zonas donde la electricidad sea más competitiva, con sus ventajas para la atracción de nuevas actividades industriales electrointensivas.
Estas dos regiones, en cierta manera, compiten entre ellas. El soleado sur y el ventoso norte quieren liderar la generación de energía barata en Europa. En ciertos momentos pareció que el enorme potencial eólico del mar del norte sería ese centro energético, pero estos últimos meses ha aparecido un factor tecnológico que puede inclinar la balanza hacia el sur: las baterías.
Hasta hace poco tiempo las baterías eran una tecnología relativamente costosa, pero esto ha cambiado en el último año y medio. Hace alrededor de 15 meses en Occidente nos sorprendíamos con informaciones sobre los precios de las baterías en China, que parecían estar por debajo de 100 dólares por kilovatio ($/kWh). Este siempre fue el precio teórico en el que se suponía que el coche eléctrico sería más barato de fabricar que el térmico, pero también refleja la posibilidad de almacenar electricidad a costos relativamente bajos. Mientras ese era el precio en China, en Europa hablábamos de casi el doble.
Un año después, los precios en Europa se acercan al precio chino de la primavera de 2024. Sin embargo, en China el precio ha bajado todavía más y hemos comenzado a ver precios por debajo de 60 $/kWh. Esta evolución es la habitual en tecnologías disruptivas conforme van ganando economías de escala y perfeccionamiento tecnológico. Es lo mismo que pasó con los paneles solares hace unos años y, por eso, la energía solar se convirtió en la forma más barata que tenemos de generar electricidad. No sabemos cuánto tardarán en llegar esos precios a Europa, pero viendo la evolución de los costes probablemente no demasiado. Y si 100 $/kWh era un game changer [disruptor] en el mundo de la movilidad eléctrica, los precios que ahora vemos en China representan el mismo cambio a nivel de generación eléctrica: nos permitirán tener energía renovable a cualquier hora del día con un coste adicional relativamente pequeño.
Las baterías sirven para almacenar cualquier tipo de electricidad. Sirven también para almacenar energía eólica, pero su máxima ventaja es en combinación con energía solar. A diferencia de la eólica, donde podemos tener varios días seguidos con mucho viento o con muy poco, en energía solar hay un ciclo diario y se puede almacenar y descargar todos los días, lo que permite amortizar su inversión mucho más rápido. Las baterías encajan con la energía solar como el zapato del hada encajaba con el pie de Cenicienta.
La generación con energía solar es mucho más barata en la península Ibérica que en otros países europeos, incluso del sur de Europa. Y, además, es menos estacional. En Alemania, por ejemplo, la energía solar genera en los meses más soleados casi 10 veces más electricidad que en invierno. En la península, esta diferencia es solo del triple. Tenemos muchos días soleados en invierno. Una batería en España es especialmente útil y va a poder tener un uso prácticamente continuado.
Ritmo rápido
España puede instalar baterías a un ritmo muy rápido. California está instalando más de 5.000 megavatios (MW) de baterías al año y España puede hacer lo mismo con la regulación adecuada. En muy pocos años podríamos llevar la energía renovable a cualquier momento del día y reducir los grandes picos de precio que tenemos a determinadas horas, que hoy se cubren con gas y agua a precio de gas. De hecho, las baterías introducirían una enorme competitividad en el mercado eléctrico y evitaría esa situación que se da durante muchos meses al año de “pagar el agua a precio de champán”. A diferencia de las tecnologías tradicionales, las baterías, al igual que la energía solar, permitirán el acceso de multitud de nuevos actores de todos los tamaños y nuestra evolución a un mercado eléctrico realmente competitivo.
En tiempos tan dinámicos como los actuales, la historia nunca da segundas oportunidades. España tiene la oportunidad de establecer ya una regulación moderna sobre el almacenamiento con baterías para poder exprimir todas nuestras ventajas naturales en la producción de energía renovable, mantener el ritmo de instalación de energia solar y beneficiar a la cadena de valor local, donde se fabrican muchos de los equipos y componentes para estas instalaciones.
Todo está listo, tan solo necesitamos que se dé el pistoletazo de salida con la convalidación del RDL 7/2025. Esperemos que todo el mundo actúe responsablemente y no pase lo que sucedió en Cataluña el otro día con el decreto que regulaba las baterías. Si queremos liderar la producción energética en Europa y la atracción de industria, debemos tener claro que este es el camino. El camino del sol. El camino de las baterías.