Siria: El CICR alerta por deterioro de las condiciones humanitarias en Sweida y el sur de Siria

En los últimos días, la escalada de violencia ha dificultado la entrega de socorros humanitarios a las comunidades, por lo cual han llegado al CICR pedidos desesperados de la población ante la enorme escasez de alimentos, agua potable, electricidad y asistencia médica. Las instalaciones de salud están sobrepasadas, los insumos médicos se acaban y los cortes de energía complican la preservación de restos humanos en las morgues, cuya capacidad está colmada.

“La situación humanitaria en Sweida es crítica. Se está acabando todo. A los hospitales se les hace cada vez más difícil atender a los heridos y enfermos, y muchas familias no pueden dar un entierro digno a sus seres queridos«, señaló Stephan Sakalian, jefe de la delegación del CICR en Siria.

“Luego de pasar noches en vela con miedo, ansiedad y dolor, la población no ve la hora de que se acabe la violencia para volver a circular con libertad, atender sus necesidades más elementales y saber cómo se encuentran los suyos”, agregó.

Desde que comenzó la escalada, el CICR ha dialogado con todos los actores para facilitar la entrega de asistencia vital en Sweida. Nuestros equipos están a disposición para movilizar una respuesta inmediata a las necesidades más urgentes, por medio de la entrega de insumos médicos, alimentos y agua, así como para apoyar el entierro digno de quienes perdieron la vida en medio de la violencia. 

En Dara’a, el CICR entregó insumos médicos de emergencia al hospital nacional. En coordinación con la Media Luna Roja Árabe Siria, también distribuyó alimentos, colchones y socorros médicos para las personas desplazadas. No obstante, estos esfuerzos no son suficientes y es preciso hacer mucho más.

El CICR reitera con urgencia su pedido a todos los actores: que hagan todo lo que esté a su alcance para proteger a la población y que se habilite de inmediato el acceso humanitario seguro y sin trabas tanto para el CICR como para la Media Luna Roja Árabe Siria. Se debe permitir a las organizaciones humanitarias evaluar directamente las necesidades y entregar asistencia de manera imparcial a quienes más lo necesitan.

“Cada hora que se pierde significa más sufrimiento para las familias y pacientes que aguardan asistencia vital. Ya no pueden seguir esperando. Tanto para ellos como para nosotros, cada minuto cuenta», expresó Sakalian.