
La economía española acelera en el segundo trimestre al crecer un 0,7%, pese a las tensiones comerciales
La actividad española se apunta otro tanto, al menos a nivel de grandes magnitudes. La economía creció un 0,7% entre abril y junio, según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), empujada por el consumo de los hogares y la inversión y a pesar de la incertidumbre disparada y el desgaste del panorama internacional. Su ritmo de avance recupera así una décima con respecto a los tres primeros meses de este año, cuando el PIB repuntó un 0,6%. Con todo, la economía encadena ocho trimestres de alzas consecutivas a tasas del 0,6% o superiores.
El crecimiento se sitúa en el 2,8% si se compara con el mismo trimestre de hace un año. El dato confirma la marcha sólida de la actividad española, que no solo destaca como la gran economía del euro que más crece: lo hace a contracorriente con respecto a sus homólogos comunitarios. Mientras que los mayores países del euro renquean, sumidos en crisis de modelo interno y zarandeados por las tensiones internacionales, la actividad nacional resiste. Tampoco se prevén grandes golpes, al menos directos, por el nuevo pacto comercial entre Washington y Bruselas, que establece la imposición de un arancel del 15% sobre la mayoría de exportaciones comunitarias a EE UU.
Al igual que en el primer trimestre, también entre abril y junio el gran motor de la actividad fue la demanda nacional, que aportó 0,9 puntos al aumento del PIB y compensó el bajo rendimiento de la demanda externa. El consumo de los hogares tiró del crecimiento, a su vez impulsado por la firme evolución del empleo y la mejora de las rentas. Tras enlazar un récord tras otro, el mercado laboral logró otro hito en el segundo trimestre del año: superó por primera vez los 22 millones de trabajadores, según la Encuesta de Población Activa (EPA). La tasa de paro, la otra cara de la moneda, bajó a su menor cifra de 2008 (10,29%), aunque se mantiene en un nivel elevado para los estándares europeos.
Es así que el consumo de las familias creció a un ritmo del 0,8%, un dato “que refleja la solidez del mercado laboral y el aumento del poder adquisitivo” de los hogares en el segundo trimestre, según ha valorado el Ministerio de Economía este martes al conocer los datos adelantados del PIB, unos registros que más adelante el INE tendrá que confirmar. El consumo público, en cambio, se mantiene en terreno negativo: cayó un 0,1% después de descender medio punto en el primer trimestre.
La otra pata que explica el repunte es la inversión, con una variación positiva del 2,1%. Las exportaciones de bienes y servicios, en cambio, han ralentizado su expansión, tocadas por la evolución adversa del panorama internacional. La reducción ha sido de seis décimas, aunque han seguido creciendo a una tasa del 1,1%. Las importaciones registraron una variación del 1,7%, dos décimas mayor que la del trimestre precedente. En su conjunto, “la demanda externa tuvo una aportación de -0,1 puntos”, señala el INE.
Del lado de la oferta, todos los grandes sectores de actividad han marcado datos positivos, salvo el primario, que se apuntó un descalabro del 9,5%. La industria, al contrario, avanzó 0,8% intertrimestral. Dentro de este grupo, las ramas manufactureras aumentaron su tasa en tres décimas respecto al trimestre precedente, hasta el 1,1%; el valor añadido bruto de la construcción se incrementó un 1,5%, una mejora de un punto, y el de los servicios un 1,2%.
“Tras superar los 22 millones de ocupados la semana pasada, hoy seguimos con las buenas noticias económicas. La economía española mantiene su dinamismo, su pulso de crecimiento”, ha transmitido este martes el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. “Enorme creación de empleo, gran ritmo de crecimiento, y todo esto compatible con una recuperación del poder adquisitivo, una mejora de los salarios de los hogares y también una mejora de la productividad”, ha enumerado.
Mejora de la productividad
De hecho, los datos del INE reflejan una mejora de la productividad por hora trabajada, del 1,5%, y un incremento de las horas efectivamente trabajadas de un 1,3% interanual. El mayor consumo de los hogares ha sido acompañado por un aumento de las rentas, que parecen haber dejado atrás la crisis inflacionaria. La remuneración de los asalariados creció un 7,6% entre abril y junio. Aumentó tanto el número depuestos equivalentes a tiempo completo de asalariados (3,7%) como la remuneración media (3,8%).
“En definitiva, la economía española mantiene su dinamismo y esto nos posiciona entre las economías avanzadas líderes no solo en Europa, sino también a nivel internacional”, ha concluido Cuerpo en su valoración.