
Termina la veda y hoy arranca la pesca del pulpo en la península de Yucatán
Desde este 1 de agosto, miles de pescadores de Yucatán, Campeche y Quintana Roo han salido al mar tras concluir la veda del pulpo, una de las especies más importantes para la economía pesquera del sureste mexicano. Esta actividad representa el sustento directo para más de 15 mil familias, tan solo en Yucatán, según datos oficiales.
Durante el año pasado, la región produjo más de 27 mil toneladas de pulpo, lo que colocó a México como uno de los principales países exportadores de este molusco, especialmente hacia Europa y Asia. El pulpo maya (Octopus maya), endémico de la península, es el más codiciado por su sabor y tamaño, y genera una derrama económica significativa para las comunidades costeras.
Lugares como Progreso, Celestún, Río Lagartos, San Felipe, El Cuyo y Sisal, en Yucatán; así como Carmen, Champotón y Seybaplaya, en Campeche; y algunas zonas de Cozumel y Holbox, en Quintana Roo, han reactivado sus cooperativas pesqueras para aprovechar esta temporada que se extiende hasta mediados de diciembre.
Autoridades estatales y federales han reforzado los operativos de inspección y vigilancia para combatir la pesca furtiva, que daña la reproducción del pulpo y pone en riesgo a los pescadores legales. También se han promovido campañas para respetar los tamaños mínimos de captura, asegurando así la sustentabilidad del recurso y precios justos en el mercado.
“¡Buena pulpeada! Que esta temporada llegue llena de sustento, seguridad y abundancia para todas y todos”, expresó Lila Frías, secretaria de Pesca y Acuacultura de Yucatán, al desear éxito a quienes hoy inician sus jornadas en altamar.
El inicio de la temporada también representa una esperanza económica para las comunidades costeras, que durante los meses de veda enfrentan ingresos bajos o nulos. Con precios que pueden superar los 100 pesos por kilo en el mercado local, el pulpo es un producto estratégico tanto para el consumo nacional como para la exportación.
Además del esfuerzo en altamar, muchas mujeres participan en el proceso de limpieza y comercialización en los muelles y congeladoras, haciendo de esta actividad una fuente de empleo integral para las familias.
La pesca del pulpo es una tradición ancestral, una fuente de orgullo y un ejemplo de cómo la naturaleza, si se cuida, puede seguir dando de comer a generaciones enteras.