
El campamento del patrón colombiano de la minería ilegal: 'Pastuzo' financiaba dragas en …
Luis Alexander López García, conocido como ‘Pastuzo’, es un colombiano investigado por ser uno de los principales cabecillas de la minería ilegal en esta zona de Loreto, en el Perú, desde el 2021.
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El colombiano Luis López , ‘Pastuzo’, afronta un proceso por minería ilegal en la fiscalía de medio ambiente.
Hace dos semanas, su nombre volvió a salir a la luz cuando, en un operativo conjunto de la Marina, la policía y la Fiscalía Especializada en Delitos de Medio Ambiente en el Nanay contra 20 embarcaciones, se encontró valiosa información relacionada a sus actividades dentro de un campamento que era usado como un centro logístico y taller de reparación de dragas y tracas operadas por colombianos.
En su desesperación por no ser detenidos, los colombianos dejaron abandonadas varias piezas mecánicas, dinero (en soles y pesos colombianos) y una libreta naranja que era utilizada como una agenda.
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La libreta contenía una lista pormenorizada de las compras mensuales de alimentos, combustible, motores y repuestos requeridos para operar las dragas y tracas, las balsas rústicas que sirven para extraer la arenilla del lecho del río.

Agenda donde se menciona deudas a Pastuzo
En algunas de sus páginas se muestran las deudas contraídas con el colombiano: “03/04/2025 A ‘Pastuzo’ le debemos 600 soles de los pasajes. En otra página se lee: “200 soles al ‘Pastuzo’”.
A la Fiscalía Especializada en Delitos de Medio Ambiente no le queda duda de que ‘Pastuzo’ se mantiene operando en la zona y actúa ahora como financista y líder de la minería ilegal.
‘Pastuzo’, al igual que otros cabecillas colombianos y peruanos identificados por la policía y la fiscalía, ha tenido que empezar desde cero en este negocio ilícito para convertirse en un financista.
De administrador a cabecilla
Luis López García procede de Puerto Leguízamo, un municipio del Putumayo, departamento colombiano que comparte con Loreto un río del mismo nombre.
Desde hace unos años, ‘Pastuzo’ se mudó a Iquitos, aunque su domicilio real es Puca Urco, comunidad a orillas del Nanay y que es afectada actualmente por la minería ilegal.
De acuerdo con la declaración de un testigo del Ministerio Público de Loreto, ‘Pastuzo’ empezó sus labores como “administrador de una draga perteneciente” a un cabecilla peruano. Años después, el colombiano empezó a operar una “balsa draga que se dedicaba a sacar oro del Nanay” en una zona conocida como ‘Pipishca Ponal’, aguas arriba de Puca Urco.
Respecto a sus socios, el testigo refiere que su pareja colombiana, Jessica Evisa Yauripuma Cabrera, trabajaba como cocinera para el mismo cabecilla peruano. Yauripuma tiene también nacionalidad peruana: en Reniec cuenta con DNI bajo el nombre de Jessica Vela Riveiro.
“En la comunidad de Puca Urco, Jessica y ‘Pastuzo’ tenían una bodega de víveres y sobre la cual tenían instalado un teléfono de Internet satelital (Starlink) que era ofrecido a los mineros de la zona para que se comuniquen sobre los operativos o la presencia de la Marina”, declaró el testigo a las autoridades.

Mineros ilegales usaban Starlink, Internet satelital, para supervisar las operaciones de las dragas y mantenerse atentos en caso de posibles operativos.
El otro socio de ‘Pastuzo’ es el colombiano Diego Sarria, quien trabajaba como buzo en una de las primeras dragas que mandó a construir ‘Pastuzo’ cuando se independizó del cabecilla peruano.
Para agosto del 2022, ‘Pastuzo’, su pareja Jessica Yauripuma y Diego Sarria, fueron detenidos por la Policía cuando transportaban insumos para la minería ilegal. En aquella intervención se incautó un cuaderno azul con apuntes de compras y encargos de materiales y herramientas para actividades mineras, y un teléfono con archivos de imágenes de balsas artesanales y conversaciones de audio.
‘Pastuzo’ fue acusado de dirigir una banda criminal dedicada a la minería ilegal en el 2022. Los medios de prensa regional los bautizaron como “Los rebeldes del Nanay”. Pese a las evidencias encontradas, el Poder Judicial de Loreto convino en seguir procesándolos en libertad.
Nueva camada colombiana.
Durante la reciente operación al campamento de ‘Pastuzo’, también se encontraron cédulas de identidad de otros colombianos que laboran para el nuevo cabecilla.
Aparece la cédula de identidad de José Felix España Bahos, un colombiano de 33 años, natural de Puerto Leguízamo, Putumayo.

Documento de identidad de José España, colombiano que registra una condena por explotación ilícita de yacimiento en Leticia, Colombia.
En agosto del 2018 fue condenado por un juez de Leticia, Amazonas, por “daños a los recursos naturales, contaminación y explotación ilegal de un yacimiento minero”. En mayo del 2022 registra su primer ingreso formal al Perú.
También fue hallada la cédula colombiana de José Abinton Rojas Hurtado, de 39 años de edad, natural también de Puerto Leguízamo, Putumayo. Asimismo, se encontró la cédula de identidad de la colombiana Yulimar Cayupare Agapito.

Cédula de identidad del colombiano José Hurtado Rojas.
Tanto José Rojas como Yulimar Cayupare tienen ingresos formales recientes al Perú, según Migraciones. De Rojas se registra una entrada formal de hace cuatro meses, el 25 de marzo pasado; mientras que Cayupare tiene ingresos al país desde noviembre del 2022.
La información de Inteligencia recogida señala que a lo largo del río Nanay no solo operan dragas artesanales, sino también embarcaciones conocidas como tracas, cuya estructura es de metal y más grande, y cuentan con una mayor capacidad de succión.

La mayor parte de estas embarcaciones –tanto las dragas como las tracas– son financiadas y de propiedad de mineros ilegales de procedencia extranjera, principalmente llegados desde Colombia.
El gran problema es que estos mineros ilegales saben con anticipación cuando las embarcaciones de la Marina se acercan a la zona de sus operaciones, ubicada entre las comunidades nativas de Puca Urco y Alvarenga. En la actualidad, para evitar que sus balsas sean detectadas y destruidas, se movilizan más al norte del epicentro de la minería.
Esta vez, para su sorpresa, el operativo apuntó hacia la cabecera de río, gracias a las imágenes obtenidas por unas miras láser de un avión de reconocimiento de la Fuerza Aérea del Perú.