
Anuncios de inversiones externas en minería | Página|12 – Página12
Por estas horas se anunció la mega inversión minera en San Juan por parte de BHP y Lundin Mining, en el marco de las facilidades del RIGI. Se trata de una inversión de 15.000 a 17.000 millones de dólares para la explotación de cobre. Es un proyecto que lleva dos décadas en exploración (“José María” y “Filo del Sol”). Aunque genera expectativas, no es una inversión, ni fuente de divisas inmediata. Iniciada la actividad, si se aprueba, luego de la inversión inicial se espera producción para la exportación de 1.500 a 2.000 millones de dólares anuales en los primeros años. Resulta evidente que el Régimen de Incentivos a Grandes Inversiones, el RIGI, facilita estas inversiones.
Argentina ha buscado, desde los 90, pasar de ser un territorio con minería a constituirse en un país minero, con San Juan a la vanguardia en la promoción de la mega minería a cielo abierto. La realidad sanjuanina es que actualmente hay una sola mina en explotación: Veladero, la mina más grande de Argentina en oro y plata. El resto son proyectos en exploración avanzada, incipiente, caso de “José María”, en una etapa de construcción y “Filo del Sol” en etapa de factibilidad. El inicio de la producción de José María sería para unos 5 años como mínimo. Hasta que haya producción y ganancias falta mucho. Para Filo del sol falta aún más. Se trata de una inversión a largo plazo y las regalías son apenas el 3% de la declaración jurada de la producción de boca en mina.
San Juan está en proceso de convertirse en una provincia minera, ya que por ahora solo hay exploración y apenas Veladero en producción. Hay un boom de exploración pensando en una matriz productiva a largo plazo. En ese sentido, vale considerar que, así como algunas empresas transnacionales se retiran del país, otras ven oportunidades en un modelo primario exportador a partir de la explotación de los bienes comunes, en la convicción que ya no hay lugar para la continuidad de un país de industrias locales. Lo anunciado oportunamente por Milei es un país receptor de grandes inversores asociados a la explotación de los bienes comunes, en el agro, la energía o la minería, y en todo caso un empresariado local para prestar servicios a esas inversiones.
La consolidación de estas inversiones dependerá de la estabilidad política y económica del rumbo que sugiere el gobierno libertario, lo que se procesa en las elecciones de medio término en 2025 y en la renovación presidencial del 2027.
País minero
El emprendimiento difundido remite a una inversión externa de un “joint venture” construido entre la empresa BHP, australiana y Lundin Mining, canadiense. Aún resta la aprobación de la presentación que finalmente se realice en el marco del RIGI, para lo cual habrá que actualizar los estudios de impacto ambiental. Existen muchas expectativas en el gobierno nacional y en el de San Juan, por el ingreso de divisas, la promoción de empleo y el impacto en la producción, la exportación y la generación de divisas. Analizan en la provincia sanjuanina una legislación favorable a los proveedores locales, mientras los inversores pretenden aportar sus propios proveedores transnacionales.
La inversión se asienta, como dijimos, en dos proyectos que hace dos décadas se vienen explorando: José María y Filo del Sol. Ambos localizados en la cordillera sanjuanina, una provincia que en los últimos años pretende convertirse en un territorio productor y exportador de minerales, principalmente, de oro y plata. Chile y sus 50.000 millones de dólares anuales de exportación están en la mira. Argentina corre desde muy atrás, apenas con el 10%. La inversión rendirá en el mediano plazo, de 3 a 5 años de iniciada, con una producción para la exportación con expectativas de crecimiento en el tiempo de vida útil de los yacimientos.
Como fuente de ingreso de divisas no es inmediato, sea porque la inversión requiere de su aprobación y un programa de desembolso. Tampoco es inmediata la generación de empleo, ni la generación de divisas producto de la exportación. La experiencia reciente en los hidrocarburos no convencionales muestra que primero se requiere la inversión en infraestructura para poder explotar y distribuir.
El RIGI aparece ahora como oportunidad para presentar la inversión, consolidando el modelo productivo que la Argentina viene sustentando desde la década del 90 para convertirse en un país minero. Por eso se cambió durante los 90 la legislación del régimen minero, confirmando que la provincia de San Juan expandiera su crecimiento en buena parte por la mega minería a cielo abierto. No ocurrió así en la vecina Mendoza o en otras provincias cordilleranas por restricciones gestadas por protestas sociales en defensa del medio ambiente, del agua, de los bienes comunes.
Hace tres décadas que los gobiernos de Argentina promueven la mega minería a cielo abierto. No es una novedad del gobierno actual. La oportunidad del RIGI y el rumbo liberalizador a ultranza en la actualidad estimula las expectativas de grandes inversores, siempre que se consolide el rumbo, lo que requiere el disciplinamiento de la protesta social e incluso de la burguesía local que mantiene su imaginario industrializador.