
Exploran las heridas invisibles en el cuerpo por la violencia estética
▲ La obra Esto no es lo que parece se presenta los fines de semana en el Teatro Santa Catarina, en Coyoacán.Foto cortesía de la producción
Daniel López Aguilar
Periódico La Jornada
Martes 12 de agosto de 2025, p. 3
Un grupo de artistas emprendió un laboratorio de investigación durante la pandemia de covid-19, para explorar las políticas de la mirada y las heridas invisibles que deja la violencia estética en el cuerpo y el tiempo.
De ese proceso se gestó Esto no es lo que parece, creación que la compañía Pentimento escenifica en el Teatro Santa Catarina, en Coyoacán, coproducida con Teatro UNAM.
Isabel Toledo (Ciudad de México, 1990), creadora y directora, explicó en entrevista con La Jornada que la pieza no surgió de un impulso inmediato, sino de “una cocción a fuego lento” iniciada en 2021.
“Convocamos a mujeres vinculadas en el ámbito teatral para compartir preguntas y testimonios sobre cómo vivimos la violencia estética desde nuestras propias experiencias. Primero de manera virtual y después presencial, fuimos creando vínculos y materiales que dieron forma a esta obra.”
Uno de los ejes centrales es el concepto de ‘cuerpo tránsito’, tomado del activismo y la escritura de la filósofa Magdalena Piñeyro.
“Se refiere a una corporalidad atrapada en la espera de un ideal que nunca llega porque siempre se proyecta hacia ese modelo impuesto por la sociedad patriarcal. Por ejemplo, en las personas gordas se espera que aparezca una figura delgada como meta”, añadió Toledo.
“Esa lógica atraviesa a todos los cuerpos marcados por la violencia estética dominante. La obra busca romper con esa expectativa y traer la experiencia física al ahora para que el tiempo se sienta como un presente activo, no fragmentado.”
Integrante del elenco y coautora del texto, Karen Sawí Basurto (Ciudad de México, 1997) señaló que la escritura fue un proceso vivo, tejido en los ensayos mediante ejercicios que activaban emociones, sensaciones físicas y registros audiovisuales.
“Mirar mi cuerpo en el presente resultó una experiencia distorsionada, como si no me reconociera a mí misma. Pero al observar fotografías del pasado, mi percepción cambió: esa mirada se volvió más amable, más objetiva. Eso revela cómo la violencia patriarcal altera profundamente la percepción que tenemos de nosotras mismas.”
Esta dualidad entre percepción y realidad abrió un espacio para que la artista multidisciplinaria habitara su cuerpo con otra mirada, menos crítica y más acogedora.
Para Basurto, encarnar este cuerpo en tránsito implicó un doble desafío: “El entrenamiento actoral tradicional promueve captar la atención, ser interesante para el otro. Pero aquí se nos invitó a mantenernos presentes sin tratar de satisfacer las expectativas externas. Eso supone aceptar la incomodidad y comprender que el goce escénico brota de la autenticidad y la presencia genuina, no del mero entretenimiento”.
Modelo horizontal
La puesta en escena se organiza bajo un modelo horizontal, en el que la dirección no impone jerarquías, sino que entrelaza el material colectivo.
Isabel Toledo puntualizó: “Mi papel es el de dramaturga, quien teje relatos y piezas autorales del equipo. Cada voz y cuerpo resulta indispensable para que el montaje exista; esa horizontalidad atraviesa la apuesta estética y política feminista que guía toda la creación.
“Basada en las políticas de la mirada, la trama evidencia que observar nunca es un acto neutral ni inocente. El teatro convoca a un espacio de goce compartido donde los cuerpos se reivindican como sujetos plenos, no como objetos pasivos.”
El diseño, la iluminación y el vestuario, a cargo de Natalia Sedano, dialogan con la atmósfera musical compuesta por Macarena Guerrero y las intervenciones multimedia de Miriam Romero León.
Fundada en 2013, Pentimento crea propuestas escénicas que fomentan la participación activa del espectador desde una perspectiva feminista e interseccional.
Sawí Basurto sintetizó el impacto que esta experiencia tuvo en ella: “Descubrí que las artes pueden construirse desde el cuidado mutuo y la alegría. Tras experiencias violentas en la escuela, dudaba de este campo, pero aquí encontré una forma de creación más amable, sostenible y gozosa”.
Isabel Toledo compartió la intención central de la producción:
“Se invita a habitar un territorio negado o declarado inaccesible por la cultura dominante, que juntas podemos construir desde la escena. Más que una experiencia, es un ritual colectivo donde cuerpo y mirada se resignifican en actos de resistencia y celebración.”
Las funciones de Esto no es lo que parece se llevarán a cabo hasta el 20 de septiembre, jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el Teatro Santa Catarina, Coyoacán (Jardín Santa Catarina 10, Coyoacán). La entrada tiene un costo de 150 pesos.