
CS-8, la cámara digital para los más nostálgicos: graba vídeo recuperando el espíritu de las míticas Super 8
Lo retro está de moda en España. En pleno 2025 tenemos un auge en la demanda de película, que obliga a firmas como Kodak a potenciar su stock. Incluso hemos podido ver cámaras Super 8 lanzadas al mercado por precios astronómicos, eso sí.
La firma Camp Snap pretende emular la experiencia de grabar con una de estas cámaras Super 8, pero en un formato moderno. Y es que las cámaras de este estilo servían para grabar vídeo casero en el famoso formato de 8 milímetros, tremendamente popularizadas en los años 50 y 70.
Se trata de la Camp Snap CS-8, una cámara en formato Super 8 pero solo en la estética, ya que puede grabar vídeo a 2,7k a 30 fotogramas por segundo en una tarjeta SD. Básicamente, una cámara que intenta recuperar los años dorados del vídeo de película pero en una propuesta moderna.
Una cámara Super 8… ¿en digital?
Lo primero que hay que destacar de esta cámara es que carece de muchas de las comodidades que ya tenemos afianzadas en 2025. Por ejemplo, la Snap CS-8 no incluye pantalla, ni tampoco puede hacer fotos; solo se encuadra con su visor.
Su zoom no es analógico; es uno digital, que hace recorte al sensor en un control de dos posiciones y que se traduce en un aumento 8X por. Lo único analógico que integra la cámara es un medidor de batería. Una autonomía que permanece desconocida.
Camp Snap CS-8.
Omicrono
Contará con hasta 5 modos distintos para aplicar filtros digitales que imiten a esos años vintage, con acabados en blanco y negro, vídeo en 18 fotogramas, sepia y tonos retro totalmente apagados en contraste.
El cuerpo físico de la cámara intenta emular por completo la experiencia de una cámara de vídeo Super 8 clásica, con una empuñadura en formato pistola que de hecho, tiene un control físico para el zoom, otro para los modos y otro para las relaciones de aspecto.
Como ocurría con las Super 8 antiguas, la CS-8 solo graba vídeo cuando apretamos un disparador físico y lo dejamos pulsado. Es decir, nada de un botón que pulsamos una vez y ya está. Obviamente no tenemos película, por lo que el material se guarda en una tarjeta SD.
El propio producto incluye una de 4 GB que da para una media hora de metraje, aunque es posible acoplar cualquiera de hasta 128 GB para lograr un máximo de 16 horas de grabación. Las relaciones, por cierto, incluyen formatos clásicos como el 1:1 y el 4:3 junto a otras modernas como el 16:9 o el 9:16.
Camp Snap CS-8.
Omicrono
Un punto interesante es que al no tener pantalla en la Camp Snap CS-8, el usuario no podrá ver qué ha grabado hasta que no vuelque todo el contenido. Afortunadamente, podrá hacerlo con un simple cable USB-C, que también servirá para cargar la batería de autonomía indeterminada de la cámara.
De momento, el producto está pensado para un formato de preventa y únicamente en Estados Unidos a un precio de 209 dólares, unos 170 euros. Está por ver si acaba aterrizando en el territorio europeo y por ende, en España.