
Procesadoras de oro aumentan en pleno auge de la minería ilegal – Rumbo Minero
Muchas empresas declaran una capacidad menor a 350 toneladas diarias para quedar bajo supervisión regional, pero en la práctica procesan más y venden el oro por canales propios.
El auge del precio del oro, que en lo que va del 2025 acumula un alza cercana al 30% y supera los US$ 3,000 por onza, ha impulsado fuertemente las exportaciones auríferas peruanas, con un crecimiento interanual de 45% entre enero y abril. Sin embargo, este crecimiento no solo ha beneficiado al sector formal, sino también a la minería ilegal, que este año alcanzaría un hito alarmante: igualar en valor las exportaciones legales, con proyecciones de US$ 11,600 millones para cada una, según el Instituto Peruano de Economía (IPE).
Según un informe de Semana Económica, un factor clave en este cambio es el creciente peso de las plantas procesadoras de oro. Estas instalaciones reciben mineral de distintos proveedores, lo procesan y separan el metal para su venta. Muchas declaran oficialmente una capacidad menor a 350 toneladas por día para quedar bajo supervisión de los gobiernos regionales aunque en la práctica procesarían mucho más y comercializarían el oro a través de sus propios canales.

Este fenómeno ha transformado la estructura del mercado exportador. Hace una década, las mineras productoras concentraban la mayor parte del valor exportado; hoy, las comercializadoras que se abastecen de estas plantas son mayoría. En 2024, de más de 1,000 empresas exportadoras de oro, solo 46 eran productoras formales, según la analista de Estudios Económicos de Scotiabank, Katherine Salazar, a la que citó el medio.
Por su parte, Carlos Gálvez, expresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, explicó a dicho medio que este esquema permite que el oro ilegal ingrese a los canales formales sin un control real, fortaleciendo la cadena productiva de la minería informal. Al mismo tiempo, incrementa la presión sobre las empresas formales, que enfrentan invasiones ilegales en concesiones inactivas y competencia desleal.
Así, mientras el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) siga vigente y la nueva Ley de Pequeña Minería y Minería Artesanal (MAPE) continúe pendiente, las procesadoras seguirán expandiendo su participación en las exportaciones de oro, en un escenario marcado por el avance sostenido de la minería ilegal en el país.