
Hambruna: el crimen de guerra que sigue impune en el ámbito internacional
El hambre como táctica de guerra
Cada vez más expertos en derechos humanos alertan sobre el uso deliberado del hambre como arma en conflictos armados. Desde Sudán y Siria hasta Gaza, los bloqueos, asedios y restricciones a la ayuda humanitaria se han convertido en estrategias que ponen en riesgo la vida de miles de civiles. La ciudad sudanesa de El Fasher, bajo asedio desde hace un año, es un ejemplo claro: unas 30 mil personas se encuentran atrapadas con un suministro de alimentos prácticamente agotado.
Obstáculos legales y la cuestión de la intención
Aunque la privación deliberada de alimentos está tipificada como crimen de guerra en las Convenciones de Ginebra y el Estatuto de Roma, nunca ha habido un juicio internacional que lo reconozca como delito independiente. La principal dificultad es demostrar la “intención” del autor. Juristas señalan que no solo se trata de probar una intención directa, sino también la indirecta: cuando es evidente que la hambruna ocurrirá y los responsables no hacen nada para evitarla. La falta de precedentes judiciales y de jurisdicciones claras complica aún más el panorama.
De problema humanitario a crimen de guerra
Durante décadas, la hambruna fue vista como un asunto humanitario o de desarrollo. Sin embargo, en los últimos años, el enfoque ha cambiado. La Resolución 2417 del Consejo de Seguridad de la ONU en 2018 condenó explícitamente el hambre como método de guerra, y en 2019 se amplió el Estatuto de Roma para incluir también los conflictos internos. Además, las comisiones de investigación sobre Sudán del Sur y Etiopía-Tigray han señalado la hambruna como crimen de guerra.
Gaza y las primeras órdenes de arresto
La situación en Gaza ha intensificado el debate. En 2024, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el presidente israelí Benjamín Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant por el uso del hambre como táctica bélica, en lo que expertos consideran un hito histórico. Se trata de la primera vez que este crimen aparece en órdenes internacionales como delito independiente.
¿Un cambio en el horizonte?
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, junto con voces de la ONU, sostienen que matar de hambre a civiles no puede seguir siendo visto como una consecuencia inevitable de la guerra. Investigadores recuerdan que en la última década conflictos en Nigeria, Yemen, Sudán del Sur o Ucrania muestran que esta práctica está en aumento. El marco legal ya existe; lo que falta es voluntad política. Para muchos especialistas, el reto ahora es transformar las denuncias en juicios efectivos que pongan fin a esta impunidad histórica.