
Bill Gates apuesta un millón de dólares a que la IA puede descifrar el código del Alzheimer
Tener Alzheimer implica una reducción del tejido cerebral. Muchas veces las células del hipocampo son las primeras en degenerarse, al pasar esto la memoria es afectada, luego la enfermedad sigue su curso y mueren más neuronas, lo que cambia el comportamiento de quienes la padecen.
Otros síntomas referidos por la Federación Mexicana de Alzheimer, son dificultades en el lenguaje, desorientación temporal y espacial, problemas de cálculo, razonamiento y juicio. De forma específica hay dificultad para nombrar objetos del entorno cotidiano e incluso agitación, desinhibición, depresión y problemas de sueño. Para la Doctora en biomedicina molecular e investigadora del departamento de Fisiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Laura Gómez Virgilio, “la enfermedad del Alzheimer es un amplio abanico, puedes tener pacientes sin demencia, pero con otros síntomas previos a la demencia. Por eso es tan compleja diagnosticarla”. En rasgos generales, se calcula que en el 75 por ciento de los casos, la enfermedad empieza con la incapacidad para recordar acontecimientos recientes y aprender nueva información.
El primero en describir esta enfermedad fue el psiquiatra Alois Alzheimer, quien en 1906 vio bajo su microscopio el cerebro de la paciente Auguste Deter, mujer que tenía un cuadro muy avanzado de pérdida de memoria, Alois observó que la corteza cerebral de la paciente era más delgada de lo habitual y detectó lo que hoy se consideran dos sellos distintivos de la enfermedad: placas amiloides y ovillos neurofibrilares.
Las placas son causadas por la acumulación de mucha proteína beta amiloide fuera de las neuronas que terminan formando depósitos, si hay exceso de esa proteína se afecta la transferencia de información entre neuronas; mientras que los ovillos, también llamados marañas, se crean en las neuronas luego de que la proteína tau asociada a los microtúbulos, una especie de carreteras para transportar nutrientes y sustancias entre neuronas, se separa de estos, hace colapsar a los microtúbulos y se acumula creando ovillos que alteran la comunicación celular. Ambos, placas y ovillos provocan muerte neuronal.
La convocatoria está abierta
Las solicitudes para el premio se abrieron este 19 de agosto de 2025 y están dirigidas a una amplia gama de perfiles: ingenieros de IA y aprendizaje automático, expertos en biomedicina computacional, investigadores de Alzheimer, especialistas clínicos, empresas de tecnología y equipos multidisciplinarios.
Los semifinalistas presentarán sus propuestas en el marco de la Conferencia de Ensayos Clínicos para la Enfermedad de Alzheimer (CTAD) en San Diego en diciembre de este año. Los finalistas competirán en la Conferencia sobre la Enfermedad de Alzheimer y la Enfermedad de Parkinson (AD/PD) en Copenhague en marzo de 2026.
Esta iniciativa representa una apuesta decidida por la innovación y la colaboración. Al combinar la experiencia de la comunidad científica con el poder computacional de la inteligencia artificial, se abre una nueva frontera en la lucha contra el Alzheimer, una que podría, finalmente, acelerar el camino hacia los descubrimientos que millones de personas esperan.