
Empleado de Elon Musk robó información secreta de xAI y vendió acciones por US$ 7 millones
La compañía xAI, propiedad de Elon Musk, demandó a un exingeniero al que acusan de robar secretos comerciales y vender acciones por US$ 7 millones antes de incorporarse a OpenAI.
El caso, presentado en un tribunal federal de California, involucra a Xuechen Li, quien trabajó en el desarrollo de Grok, el chatbot con el que Musk busca competir contra ChatGPT. Según informó Reuters, Li sustrajo archivos sobre “tecnologías de vanguardia con características superiores a las de ChatGPT”.
La empresa sostiene que el ingeniero tomó la información en julio, poco después de aceptar un empleo en OpenAI y de desprenderse de acciones de xAI por un valor de US$ 7 millones.
De acuerdo al documento judicial, Li admitió haber robado material durante una reunión el 14 de agosto, en la que también habría intentado “cubrir sus huellas”. La compañía dijo luego haber hallado más archivos sustraídos en sus dispositivos personales.
Aunque OpenAI no fue demandada, la presentación destaca la rivalidad creciente entre Musk y la empresa que él mismo cofundó en 2015, en un mercado donde la competencia por talento especializado es cada vez más feroz.
xAI advirtió que los documentos robados podrían permitir a OpenAI fortalecer ChatGPT con innovaciones propias de Grok, lo que, según la empresa, afectaría su competitividad.
La demanda pide una orden de restricción para impedir que Li trabaje en OpenAI y una indemnización económica cuyo monto aún no fue precisado.
Hasta el momento, ni Li ni representantes de OpenAI respondieron a los pedidos de comentarios. Voceros de xAI tampoco hicieron declaraciones más allá del texto judicial.
El conflicto se suma a otras batallas legales iniciadas por Musk. En Texas, xAI presentó una denuncia contra OpenAI y Apple, a quienes acusa de monopolizar el mercado de chatbots en los dispositivos de la marca.
Además, Musk mantiene un juicio abierto contra Sam Altman, director de OpenAI, a quien señala de desviar a la compañía de su misión original. En abril, OpenAI respondió con una contrademanda por acoso.
El desenlace del caso contra Li podría fijar un precedente en materia de protección de información sensible en inteligencia artificial, un terreno cada vez más disputado entre gigantes tecnológicos.