
El pez que devoraba a sus presas de forma única hace 310 millones de años
A la hora de devorar a sus presas, no todos los peces son iguales. Algunos cuentan con una “mordida de lengua”, un conjunto especial de dientes en el suelo y el paladar que les ayuda a triturar y masticar alimentos duros como conchas o insectos. Y ese mecanismo ya se utilizaba hace 310 millones de años, según una nueva investigación publicada en Biology Letters.
Un equipo internacional de investigación descubrió el ejemplo más antiguo conocido de un pez con dientes adicionales en el interior de su boca: un pez fosilizado con aletas radiadas que desarrolló, por aquel entonces, una forma única de devorar a sus presas.
De acuerdo con sus hallazgos, Platysomus parvulus tenía una forma singular de comer, nunca vista en peces con aletas radiadas de esa época. Hacía uso de la popular “mordida de lengua”, un conjunto de dientes adicionales que acababan con las partes más duras de sus presas.

Este tipo de mordida, que se sigue viendo en la actualidad, solo se había encontrado en una especie que vivió hace 150 millones de años. Era la más antigua hasta la fecha, hasta que apareció Platysomus parvulus, detallan los autores de la investigación.
Mordidas avanzadas
Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron una tomografía computarizada de alta resolución para reconstruir la anatomía interna del fósil, descubierto en formaciones rocosas del condado británico de Staffordshire. Y se encontraron con una sofisticada disposición de placas dentales en el paladar del pez y el esqueleto branquial.
El fósil de Platysomus revela una placa dental inferior de varias partes y una placa superior estrecha, ambas con una sola capa de dientes puntiagudos, lo que sugiere una etapa de transición en la evolución de sistemas de mordida lingual más avanzados observados en peces posteriores, sostienen los autores.
“Nuestro descubrimiento nos ayuda a comprender cómo evolucionaron los peces tras la extinción masiva del Devónico final, que extinguió muchas especies. Tras esta extinción, los peces comenzaron a cambiar y a desarrollar nuevas formas corporales y formas de alimentación”, explica en un comunicado el profesor de la Universidad de Birmingham y autor principal, Sam Giles.
De hecho, la mordedura de lengua ha evolucionado muchas veces en diferentes grupos de peces, incluso en los modernos como la trucha y el macabí. Esto confirma que sigue siendo una herramienta útil para los peces, ayudándoles a consumir una mayor variedad de alimentos y sobrevivir en diferentes entornos, aunque el primer bocado se produjese hace 310 millones de años.