
Hito en la exploración espacial: la NASA confirma el descubrimiento de 6000 exoplanetas, qué implica este registro
En un verdadero hito para la historia de la exploración espacial, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), confirmó el descubrimiento de 6000 exoplanetas.
Este logro, resultado de tres décadas de trabajo científico a nivel global, marca un avance significativo en nuestra comprensión del universo. Todos están fuera de nuestra galaxia.
¿Qué son los exoplanetas?
La NASA define a los exoplanetas como aquellos planetas que se encuentran fuera de nuestro Sistema Solar. Al primero de ellos, orbitando una estrella similar a nuestro Sol, lo descubrieron en 1995.
Desde entonces, el ritmo de los hallazgos se aceleró notablemente. De hecho, solo en los últimos dos años la cifra aumentó de 5000 a 6000.
La mayoría de estos planetas se descubren a través del método de tránsito, que detecta la leve disminución de brillo de una estrella cuando un planeta pasa frente a ella. Por el contrario, solo una pequeña fracción de exoplanetas ha podido ser fotografiada directamente.
Cómo se validan los descubrimientos
El proceso de validación es riguroso. Para que un exoplaneta sea oficialmente confirmado, los astrónomos realizan observaciones de seguimiento con telescopios especializados. La NASA, a través de su Instituto de Ciencia de Exoplanetas (NExScI), mantiene un monitoreo constante.
Este proceso es crucial para descartar falsos positivos, razón por la cual existen más de 8000 posibles exoplanetas a la espera de una confirmación definitiva.
Instrumentos clave como el Telescopio Espacial Kepler y el satélite TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) fueron fundamentales para estos descubrimientos. La agencia espacial ya anunció que futuras misiones, como las del Telescopio Espacial Nancy Grace Roman, seguirán aportando datos vitales.
La importancia de este hallazgo
Según Dawn Gelino, del Programa de Exploración de Exoplanetas de la NASA, la gran diversidad de planetas encontrados ofrece información crucial sobre las condiciones necesarias para la formación planetaria.
Esto ayuda a los científicos a estimar cuán comunes podrían ser los planetas similares a la Tierra. Los hallazgos superan las expectativas iniciales, con mundos que van desde los gigantes gaseosos que orbitan muy cerca de su estrella, hasta planetas que se mueven alrededor de estrellas muertas.

Ahora, según plantean, uno de los retos medulares identificados por la NASA reside en el estudio de las atmósferas de exoplanetas.
El Telescopio Espacial James Webb ya logró analizar la composición química de más de un centenar de exoplanetas, aunque la observación directa y detallada de atmósferas en mundos del tamaño y la temperatura de la Tierra todavía depende de la creación de nuevas tecnologías.
Hace falta bloquear de forma más eficiente el brillo de la estrella anfitriona para distinguir las señales de interés en planetas alejados y tenues.