
El genuino clásico de los años 50 que enamoró a Steve McQueen
Hoy en día la marca de automóviles norteamericana Hudson puede sonar lejana para muchas personas o incluso ser totalmente desconocida. Pero en la década de los 50, fue sinónimo de innovación, potencia y elegancia. Estos modelos clásicos, que aún se pueden encontrar casi intactos, destacan precisamente por su encanto. Si hay un coche de esa época que necesita poco para destacar, es el que perteneció al icónico actor Steve McQueen, una auténtica joya histórica sobre ruedas.
El próximo 9 de octubre RM Sotheby’s subastará un Hudson Wasp de 1952 que perteneció McQueen, que proviene directamente de la colección del Petersen Automotive Museum. Su viuda, Barbara Minty, ha declarado que era uno de los coches favoritos de McQueen y el que más disfrutaba conducir en sus últimos años.
Este elegante coupé de dos puertas destila personalidad gracias a su pintura verde esmeralda, su techo negro y a las generosas molduras cromadas características de su década. Más allá de su estética, el Hudson Wasp representa también una época dorada del automovilismo estadounidense. Hudson Motor Car Company, con sede en Detroit, fue una marca muy reconocida en los años 50, especialmente por su dominio en las competiciones de coches de serie en EE.UU., antecesoras de lo que hoy conocemos como la NASCAR.
Parte de su colección
Este Hudson Wasp fue uno de los coches favoritos personales de McQueen
El Hudson Wasp fue presentado en 1952 como un nuevo modelo dentro de la gama y fue uno de los primeros de alto rendimiento de la marca. Se lanzó como una versión más ligera y económica del exitoso Hudson Hornet, con el que comparte el innovador chasis step-down pero con una distancia entre ejes más corta.
McQueen eligió para su nuevo coche una configuración Brougham de dos puertas montada sobre este innovador chasis, que rebajaba el centro de gravedad para mejorar la estabilidad y la maniobrabilidad del vehículo. El clásico mantiene su motor original de seis cilindros en línea. Además, incluye una transmisión automática Hydra-Matic de cuatro velocidades, una rareza en los modelos Wasp de la época.

Con poco más de 102.000 km recorridos, el ejemplar no ha sido restaurado a fondo, pero conserva gran parte de su pintura e interior originales, algo muy valorado por los coleccionistas. Dispone también de tapicería de tela, acabados cromados y asientos delanteros y traseros en muy buen estado, aunque con el inevitable paso del tiempo un poco visible.
Mecánica
Con su motor Twin-H Power y una transmisión automática poco usual, este clásico es tan atractivo como exclusivo
Más que una pieza de museo, este coche fue usado por McQueen con regularidad para paseos de fin de semana, tareas cotidianas e incluso escapadas. Se trata de un vehículo que no solo tiene historia, sino también alma.

La casa de subastas estima que se podría vender por 50.000 euros, aunque no sería la primera vez que un coche de McQueen supera las expectativas puesto que en 2019, otro Hudson suyo, un Hornet de 1953, alcanzó los 165.000 euros.
Para los amantes de los clásicos o los seguidores del legado de McQueen, este Hudson Wasp no es solo un automóvil, es una oportunidad única de añadir un trozo de Hollywood a su garaje. Si quieres saborear la nostalgia de esa época, no puedes perderte el vídeo que acompaña estas líneas.