
Los Reporteros analiza la situación de la minería estratégica en Andalucía – Canal Sur
La guerra en Ucrania va camino de su cuarto año. Un conflicto de difícil resolución que ha puesto también sobre la mesa la importancia de las llamadas tierras raras, objeto de deseo de las grandes economías. Y no es para menos. Son materias primas muy escasas pero fundamentales para la tecnología del futuro. En Andalucía, no las tenemos, aunque sí indicios de que pudiera haber en Almería. Sin embargo, contamos con numerosos minerales críticos también importantes para la industria. En Los Reporteros les mostramos cuáles son y qué proyectos hay para explotarlos.
«Todos los hombres cometen errores pero sólo los sabios aprenden de ellos”. La frase es de Churchill y viene al pelo para aludir a la postura de la UE con respecto a su actual política minera: tendente a corregir la falta de autosuficiencia en las últimas décadas del sector, en beneficio de países como China, hoy suministrador del 100% de las conocidas como tierras raras, una de las 22 materias primas declaradas como críticas por su riesgo de suministro y que resultan económicamente estratégicas en tecnologías como el vehículo eléctrico, los móviles o la producción de energías no contaminantes. Andalucía está llamada a ser protagonista, al representar un 90% de la minería metálica de España y casi el 40% de todo el valor productivo del sector.
Fruto de un convenio entre la Consejería de Política Industrial y el Instituto Geológico y Minero de España, Andalucía cuenta con el primer mapa de minerales críticos, iniciativa pionera en España que permitirá analizar la potencialidad de explotación de 15 de los 34 minerales considerados fundamentales por la UE.. Almería cuenta con varios indicadores de tierras raras y hasta siete minerales que a su vez podrían contener presencia de críticos, pero son Córdoba y Huelva las que albergan mayor número de indicios: 559 y 409 de un total de 1993 en la Comunidad..
La planta de Escúzar, con la del aledaño yacimiento de Montevive, en Granada, cuyo mineral menos puro también se procesa aquí, representan un poderoso aliado a la hora de la autonomía. Y es que Kandelium, su concesionario, traslada hasta su química en Alemania 120.000 tn/año de sulfato de estroncio, que refinado en carbonato y nitratos representan un 40% de la producción mundial y el 90% de las necesidades europeas.
La UE destina 22.500 millones de euros a proyectos que promuevan la extracción y procesamiento de las 34 materias primas consideradas fundamentales en el actual momento de transición verde y tecnológica. De 47 proyectos que la Comisión impulsa, 7 son españoles y 2 concretamente en Sevilla y Huelva. Precisamente el municipio cordobés de Peñarroya alberga la litoteca nacional, 100.000 cajas de sondeos por toda la geografía que ahora, fruto de la tecnología, resultan herramienta esencial para cualquier empresa que como la presente trata de conseguir desde hace 15 años permiso de explotación para estaño.
La ley establece que para 2030 Europa deberá extraer el 10% de sus necesidades minerales estratégicas, procesar un 40% y reciclar el 25%. Un reto que, a juicio de algunos expertos, se antoja imposible en un continente donde, pese a estar la actividad asentada desde la edad del bronce, el veto al carbón y la pregonada descarbonización hoy sigue desangrando al sector. Sirva un dato: por contra al resto del mundo en las dos últimas décadas la producción de minerales en Europa se desploma, pese a no representar más que el 5%. Duele especialmente en países como España, con 120 de los 218 yacimientos estratégicos en cobre del continente, así como con más de una decena de materias primas de la lista de la Comisión Europea sin salir de Andalucía.