
Muestra plantea un relato íntimo de la vida palestina más allá de la violencia
Muestra plantea un relato íntimo de la vida palestina más allá de la violencia
▲ Omar Danah en su kiosco en Jerusalén, en 1996; palestinos huyen del bloqueo del ejército israelí a las carreteras en Gaza, en la segunda Intifada, en 2003; habitantes en el campo de refugiados de Jenín en 2002; pescadores preparan las redes para su jornada en la franja de Gaza, en 1987, y la activista Layla Tarazi con varias amigas, en la década de 1950.Foto The Omar Da’nah Collection / The Joss Dray Collection / Layla Tarazi Collection
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 7 de octubre de 2025, p. 3
Madrid. El Círculo de Bellas Artes de Madrid mostrará durante una semana una parte del acervo del Archivo Digital del Museo Palestino, proyecto que se creó para resguardar la memoria histórica y fotográfica de este pueblo en un soporte inmaterial que estuviera a salvo de los bombardeos incesantes del ejército israelí.
Una selección de 120 imágenes de la vida cotidiana de la sociedad palestina se expone en el centro cultural madrileño, con el propósito de denunciar la expulsión de cientos de miles de personas de su tierra, y el genocidio y la limpieza étnica que está perpetrando Israel desde hace dos años.
Pablo Llorca, curador de la exposición, explicó a La Jornada que “uno de los motivos de mostrar estas imágenes es enseñar algo más de este pueblo en resistencia permanente, más allá de la guerra y sus secuelas dramáticas, ni los bombardeos que han sufrido durante tantas décadas. Queremos denunciar que en Palestina no sólo se está perpetrando un genocidio humano, sino también un genocidio cultural, en el que quieren extirpar la memoria y la historia de un pueblo” de gran riqueza cultural.
La muestra empieza en 1948, el año de la Nakba, cuando se produjo la expulsión de 700 mil palestinos de su tierra, y llega hasta 2022, poco antes de los bombardeos, sobre todo porque desde que Israel puso en marcha el plan de destrucción de Gaza es prácticamente imposible recuperar este tipo de fotografías.
Las imágenes abarcan diversos temas, y son de técnicas y estilos también distintos, como corresponde a un conjunto de procedencia múltiple, donde muy pocos autores son profesionales y la mayoría pertenecen al archivo de familias o individuos anónimos. De ahí también su enorme riqueza, ya que cuenta el día a día de un pueblo en resistencia y testimonios de lo que ha ido sufriendo esta región en los años recientes. El título de la exposición –y del libro que la acompaña– toma su nombre de un poema del escritor palestino Refaat Alareer, que dice: “Si tengo que morir / tú tienes que vivir / para contar mi historia”, y que resume la voluntad de este proyecto: “ofrecer un relato íntimo y directo de la vida palestina más allá de las imágenes de violencia y horror con que suele aparecer en los medios internacionales”, explicó Llorca.
El Archivo Digital del Museo Palestino reúne cerca de 20 mil imágenes donadas por familias que desde antes de 1900 han fotografiado ceremonias, fiestas, estudios, espectáculos y escenas de la vida cotidiana.
Estas imágenes constituyen un testimonio esencial para preservar una memoria colectiva a menudo amenazada por la destrucción de documentos, edificios y vidas.
Junto con la exposición se publica un libro del mismo título con aportaciones de profesores y creadores interesados en Palestina. Entre ellos figuran Son Dunia El Habib, El Roto, Javier Codesal, Jorge Gimeno, Joss Dray, Juan José Millás, Luz Gómez, Manuel Olveira o Nasser Rabah.