
Ritual se resiste a la extinción: aún hacen el Cha Cháak – Diario de Yucatán
TZUCACAB.— Cada vez son menos las personas que continúan realizando el Cha Cháak, ceremonia maya para pedir lluvia al dios Chaak. Sin embargo, conscientes de la importancia de esta tradición, los ejidatarios de La Esperanza la llevaron a cabo recientemente.
Cada año acostumbran realizar esta ceremonia para solicitar lluvias que les permitan alcanzar buenas cosechas durante el ciclo productivo, así como agradecer a las deidades por los frutos obtenidos.
El año pasado no se realizó el ritual, pero esta vez los productores se organizaron nuevamente para retomarlo, reconociendo el valor que tiene para su comunidad.
Los campesinos expresaron su satisfacción por haber cumplido con esta ceremonia, que representa un compromiso y una promesa que han asumido con sus ancestros y con la tierra.
En la actividad participaron familias enteras en la preparación de los alimentos. Desde temprano comenzaron con su elaboración, los cuales posteriormente fueron ofrecidos en el altar.
Entre risas y en un ambiente de camaradería, mujeres y hombres trabajaron y convivieron durante toda la jornada.
La ceremonia se llevó al cabo en un predio de la calle 39 con 48 de la colonia San Esteban, donde decenas de familias se dieron cita.
Qué es el Cha Cháak
El Cha Cháak es una ceremonia ancestral que los pueblos mayas de Yucatán realizan para pedir lluvias y asegurar la fertilidad de la milpa. Aunque ha incorporado elementos del catolicismo, conserva su esencia original: una rogativa comunitaria que involucra la preparación de alimentos, ofrendas, rezos y rituales dirigidos al dios Chaak y a otras entidades protectoras del santoral católico.
Esta práctica no solo tiene valor agrícola, sino también simbólico y cultural. Representa la continuidad de la cosmovisión maya, el respeto por la naturaleza y la cohesión comunitaria. Su preservación es clave para mantener viva la identidad yucateca, especialmente en zonas rurales donde la milpa sigue siendo el eje de la vida cotidiana.— Miguel Ángel Moo Góngora