
Hamas libera a los rehenes israelíes, en vivo: última hora de Gaza y el viaje de Trump
Familias de rehenes y sobrevivientes del cautiverio se dirigieron el sábado a enormes multitudes en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, antes de la esperada liberación de este lunes.
El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos estimó que alrededor de 500.000 personas asistieron a la manifestación. Aquí algunos extractos de los discursos:
Tal Shoham, sobreviviente del cautiverio: “Estuve en cautiverio durante 505 días. En Gaza, conocí a otros rehenes: Omer (Wenkert), Guy (Gilboa-Dalal) y Evyatar (David). Nuestras almas se unieron y nuestros destinos se volvieron uno. Nos fortalecimos mutuamente, compartimos todo”.
“Después de 505 días, Omer y yo salimos a la luz. Cuando abracé a mis seres queridos, me llené de alegría y felicidad, pero por dentro llevaba el dolor por Guy y Evyatar, que se quedaron allí, atrás”.
“Me levanto y sigo luchando hasta que regresen. Hasta que todos estén en casa, nuestra historia no ha terminado”.
Yael Sabraigo, sobrina del rehén Lior Rudaeff: “Hoy, dos años y cuatro días después de aquel Sábado Negro, finalmente hay luz”.
“Pero hasta que el último rehén esté aquí, en el Estado de Israel, la misión no estará completa”.
“Y quiero decir gracias, presidente (Donald) Trump. Gracias por no rendirse. Gracias por escuchar nuestras voces. Gracias por traer a nuestros seres queridos a casa. Pero, por favor, no se detenga ahora. No descanse hasta que el último rehén regrese, hasta que todos estén en casa”.
Itzik Horn, padre del rehén Eitan Horn y del sobreviviente del cautiverio Iair Horn: “El presidente Trump ha demostrado lo que significa decidir y actuar. Sin mentir. Sin miedo. Que también seamos bendecidos con liderazgo, con valentía.
“Los ciudadanos israelíes están regresando a su país después de haber sido abandonados: algunos para ser sepultados y otros para comenzar una larga y difícil recuperación. Y lo más importante, esto no terminará hasta que el último rehén regrese a casa”.

Adi Angrest, hermana del rehén Matan Angrest: “¡Mi hermano héroe viene a casa! Matan, mi hermano mayor, mi héroe, el héroe de toda una nación. Solo me queda esperar para abrazarte, sentirte y sanarte, decirte que estás en buenas manos y que nunca más te dejaré. Un enorme, histórico y eterno agradecimiento al presidente de Estados Unidos y a su equipo, quienes trabajaron con dedicación y perseverancia para salvar la vida de nuestros seres queridos”.