Slope Stability 2026: Instan a integrar tecnología en la geotecnia y el control del terreno – IIMP
Lima, 20 de noviembre de 2025. El reto para la industria minera peruana ya no está solo en el diseño geotécnico, sino en llevar ese estándar al trabajo operativo diario: integrar datos, actualizar modelos y mejorar la consistencia del control del terreno en faena. Así lo señaló el ingeniero geotécnico Marco Arrieta durante el webinar “Del diseño y el modelado a las operaciones: Plan práctico de gestión del control del terreno (GCMP) para operaciones mineras activas”, realizado en el marco de Slope Stability 2026, uno de los eventos de estabilidad de taludes mineros más importantes del mundo.
Brechas identificadas
Arrieta subrayó que consolidar plataformas integradas, formalizar estándares y adoptar tecnologías accesibles permitirá mejorar la detección temprana de cambios y acelerar la madurez del control del terreno en el país.
Indicó que la integración tecnológica, la estandarización del GCMP y las revisiones externas periódicas son claves para fortalecer la geotecnia y optimizar la gestión del riesgo en las operaciones mineras peruanas.
“Cerrar las brechas actuales exige una estrategia transversal que incluya la capacitación ampliada para operaciones, planeamiento y contratistas, consolidando una cultura donde el control del terreno sea una responsabilidad compartida”, sostuvo el especialista.
Arrieta enfatizó que el futuro de la gestión geotécnica en el país depende de una visión unificada que combine plataformas digitales robustas, auditorías sistemáticas y un uso más estratégico de las herramientas tecnológicas en operaciones.
Añadió que la adopción de tecnologías accesibles como la fotogrametría, nubes de puntos actualizadas y dashboards operacionales será clave para mejorar la detección temprana de cambios y acelerar mejoras significativas en la industria.
Situación peruana
Si bien el Perú cuenta con un nivel técnico sólido en diseño geotécnico, la principal brecha identificada por los especialistas está en trasladar ese estándar al día a día operativo. La ejecución del GCMP aún presenta variabilidad entre guardias, contratistas y áreas operativas, lo que impacta en la consistencia del control del riesgo.
“A ello se suma la falta de integración efectiva de datos provenientes de radares, drones, instrumentación y topografía dentro de un sistema centralizado o unificado que respalde la toma de decisiones, además, la falta de una actualización sistemática de modelos geológicos y geotécnicos”, comentó.
Finalmente, Arrieta apuntó que persisten desafíos culturales y operativos que deben ser atendidos para elevar la madurez del control del terreno en el país. La práctica de registrar, analizar y aprender de deformaciones tempranas o eventos menores requiere mayor fortalecimiento, mientras que la presión por cumplir plazos y metas de producción suele tensionar los requerimientos del GCMP, especialmente en operaciones con geometrías complejas y ritmos de minado elevados.
“Estas brechas abren una oportunidad clave para impulsar mejoras integrales en la gestión geotécnica a nivel nacional”, concluyó.