Este es el ranking de las ciudades más caras y más baratas según el Dane en noviembre de 2025
El último informe del Dane sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre de 2025 mostró un panorama desigual entre las principales ciudades del país. Mientras algunas registraron incrementos significativos en el coste de vida, otras experimentaron descensos mensuales notables, impulsados por comportamientos muy específicos en alimentos, vivienda y servicios públicos. Según el documento, la variación mensual nacional fue del 0,07% y la variación anual alcanzó el 5,30%.
La variación anual del IPC por dominios geográficos para noviembre de 2025 reveló diferencias importantes en el coste de vida a lo largo del país. Según los datos, Bucaramanga es la ciudad con la inflación anual más alta, alcanzando un 5,84%, lo que la posiciona como la urbe “más cara” del año. Le siguen Pereira (5,62%), Villavicencio (5,56%) y Bogotá D.C. (5,56%), todas por encima del promedio nacional del 5,30%. Estas ciudades comparten presiones similares en servicios, vivienda y alimentos, factores que mantuvieron el índice en niveles elevados durante 2025.
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En el grupo intermedio se encuentran ciudades como Barranquilla (5,54%), Cartagena (5,32%), Medellín (5,23%) y Armenia (5,11%), que aunque presentan variaciones importantes, se mantienen más cerca del promedio nacional.
En contraste, las ciudades “más baratas” según la inflación anual son Santa Marta, que registra la cifra más baja del país con un 4,28%, seguida de Montería (4,33%), Sincelejo (4,37%) y Florencia (4,37%). Estas reducciones anuales se relacionan con menores presiones en alimentos frescos y servicios regulados, lo que contribuyó a un crecimiento del IPC más moderado.
De acuerdo con el informe, Barranquilla fue la ciudad con la mayor variación mensual del IPC, registrando un 0,20% en noviembre de 2025. El movimiento al alza estuvo fuertemente influido por dos factores centrales, el comportamiento del suministro de agua y el coste de las comidas fuera del hogar.
La subclase Suministro de agua presentó un incremento significativo del 4,88%, convirtiéndose en el componente de mayor contribución a la inflación mensual de la ciudad, con 0,16 puntos porcentuales. A esto se sumaron las comidas en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio, que subieron un 0,83% y añadieron 0,06 puntos porcentuales al total. Otros elementos relevantes fueron la recogida de basuras (4,23%) y el arriendo imputado (0,20%).

En contraste, varios alimentos ayudaron a contener la subida del IPC barranquillero. El arroz descendió un 1,47%, mientras que productos frescos como el tomate (-7,23%), la cebolla (-6,03%), las hortalizas y legumbres (-3,16%) y la zanahoria (-14,16%) restaron presión al indicador, aunque no lo suficiente para compensar las fuertes alzas en servicios y vivienda.
En el extremo opuesto se encuentra Tunja, que presentó la menor variación mensual del IPC, con un descenso de -0,25% en noviembre, ubicándose como la ciudad con el coste de vida más reducido durante el mes analizado.
El retroceso estuvo impulsado principalmente por la fuerte caída en alimentos frescos. Las frutas frescas se desplomaron un -11,13%, representando -0,22 puntos porcentuales en la contribución total del IPC local. Otros productos básicos experimentaron bajadas pronunciadas: huevos (-3,96%), cebolla (-12,77%), zanahoria (-25,97%) y tomate (-17,79%). En conjunto, estos alimentos redujeron de forma considerable la presión inflacionaria.

Pese a ello, ciertos rubros actuaron en sentido contrario. El arriendo imputado, por ejemplo, aumentó un 0,21% y aportó 0,03 puntos porcentuales, la misma contribución que las comidas en restaurante (0,39%) y la carne de res y derivados (0,82%). No obstante, estas subidas no lograron contrarrestar la pronunciada caída del precio de los alimentos frescos, que terminó marcando el comportamiento general del IPC tunjano.
A nivel nacional, las divisiones de gasto que más aportaron al IPC del mes fueron alojamiento, agua, electricidad y gas (0,09 puntos porcentuales), restaurantes y hoteles (0,04 p.p.) y transporte (0,04 p.p.). En contraste, los alimentos y bebidas no alcohólicas aportaron -0,14 p.p., siendo el rubro que más redujo la inflación mensual del país.