La mirada puesta en página ofrece un amplio panorama del acervo de Kati Horna
Merry MacMasters
Periódico La Jornada
Domingo 21 de diciembre de 2025, p. 2
La fotógrafa Kati Horna (1912-2000) nunca ha dejado de estar presente en la medida en que retrató a los artistas de su tiempo. La exposición Kati Horna: La mirada puesta en página, en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, ha permitido trabajar a profundidad el archivo que resguarda el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap).
Esta muestra de más de un centenar de piezas, entre fotografía, revistas, hojas de contacto y objetos, es una de las actividades con las que el Cenidiap celebra sus cuatro décadas de existencia, ya que, entre los fondos que resguarda, se encuentra el de la fotógrafa de origen húngaro, quien lo donó personalmente en 1986. Al anunciar la exhibición, Alfredo Gurza, director del centro, expresó la intención de que todos los fondos documentales que allí se conservan e investigan “se difundan de manera efectiva y rápida para que el público conozca lo que tenemos: joyas y tesoros importantísimos que pertenecen a todos. Nosotros sólo los cuidamos”.
El Museo Casa Estudio no nada más prestó las paredes de sus tres casas y “nosotros trajimos nuestra caja de fotos”, sino que se trató de que “fuera realmente una colaboración, y la exposición, el resultado de un proyecto de investigación”. Hacia ese fin, se conformó un equipo multidisciplinario con curadoras del recinto del Cenidiap, del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información del Teatro, y documentalistas. También se contó con “el entusiasmo y apoyo” de los herederos de Horna, que prestaron material del archivo personal de la familia.
La muestra, pensada a partir del espacio disponible, se articula en cuatro ejes temáticos: Redes y procesos editoriales, Objetivista y experimentación, Arquitectura insólita y Sucedió en Coyoacán. El primer apartado, ubicado en la casa principal, comprende retratos, fotorreportajes relacionados con revistas –Nosotras, Diseño, Mujeres, Mexico This Month– y otros medios impresos que publicaron dichos retratos y fotomontajes.
Aquí también se observa cómo desarrolla su trabajo de editora visual, al señalar encuadres o rayar las imágenes que no le parecían. Fotografió a muchas mujeres, apunta Paula González Villaseñor, curadora de la muestra junto con Paola Uribe y Rodrigo Basaldúa. Se ven, pues, imágenes de Remedios Varo, Leonora Carrington, Ángela Gurría, Lorraine Pinto, Elvira Gascón, Rosario Catellanos y Sofía Bassi, entre muchas más. Las hay, también, de artistas menos conocidas, cuyos estudios y trabajos registró.
▲ De la serie Oda a la necrofilia (Leonora Carrington), 1962, captada por Kati Horna.Foto cortesía Fondo Kati Horna. Cenidiap / Inbal
En la casa Frida Kahlo se muestran trabajos más experimentales, de vanguardia, como la serie dedicada al movimiento de Los Hartos, que culminó en una exposición de un día (30 de noviembre de 1961) en la galería Antonio Souza, en la Zona Rosa. Sus integrantes, que se decían “artistas con hache”, se unieron con el propósito de “desafiar la frivolidad y banalidad del mercado del arte”. Muchas de las piezas provienen del Fondo Mathias Goeritz que también resguarda el Cenidiap. Horna tuvo una relación muy estrecha con Pedro Friedeberg, de quien se exhibe su Mesa que camina. También está su trabajo para la revista S.NOB.
Teatro y arquitectura
Sección juguetona, en otro piso de la casa hay retratos en las que Horna interactúa con sus retratados, a partir de objetos a la mano. Destaca una imagen de María Félix con un arreglo de frutas en la cabeza.
En la planta baja de la tercera casa, de Juan O’Gorman, las fotos hacen referencia a la arquitectura, porque Horna colaboró con muchos arquitectos y revistas de esta disciplina. En el nivel superior se despliega su labor en la escena junto con personalidades como Alejandro Jodorowsky, así como sus colaboraciones con la actriz Beatriz Sheridan. Este apartado da fe de su trabajo más como artista plástica, con objetos, cajas, al llevar la fotografía a “otro límite”.
De acuerdo con Paula González Villaseñor, la exploración del archivo Kati Horna no se acaba con la presente exposición, dada su amplitud. Se calcula en alrededor de seis mil piezas. “Hay muchas cosas que quedaron fuera; entonces, Kati tampoco termina el archivo. Revisar un acervo es profundizar en el personaje. Es lo que la persona decidió guardar. No se acaba con tres fotos; también es la vida personal del individuo”, anota.
El Fondo Kati Horna está totalmente catalogado. En épocas anteriores lo trabajaron investigadores como Alicia Sánchez Mejorada. Ahora, con motivo de la exposición, se dio la oportunidad de volver a explorarlo, señalaron las curadoras.
Kati Horna: La mirada puesta en página concluirá el 26 de abril de 2026 en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo (Diego Rivera 2, colonia San Ángel Inn).