Alimentos 'Saludables': El Peligro Oculto del Azúcar Añadido – El Congresista
Chihuahua, Chihuahua. – Muchos consumidores eligen productos etiquetados como “totalmente natural”, “hechos con fruta real”, “orgánicos” o “superalimentos” pensando que son opciones saludables, pero a menudo estos alimentos esconden una cantidad considerable de azúcar añadido.
Expertos en nutrición señalan que las estrategias de marketing inteligente de las empresas pueden disimular el contenido de azúcares añadidos, dificultando su detección rápida por parte del comprador. A pesar de que desde 2021 las etiquetas nutricionales deben indicar la cantidad de azúcares añadidos por separado, las empresas han encontrado formas de sortear esta regulación, utilizando edulcorantes alternativos que no se clasifican como “azúcares agregados” según las normativas actuales.
El consumo excesivo de azúcar añadido está relacionado con graves problemas de salud como enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes. La Asociación Americana del Corazón reporta que el estadounidense promedio consume una cantidad alarmante de azúcar añadido anualmente, proveniente no solo de bebidas, sino también de cereales, productos lácteos, panes y otros alimentos procesados.
Los especialistas recomiendan revisar detenidamente las etiquetas nutricionales y ser conscientes de los ingredientes. Aunque las recomendaciones actuales sugieren un límite máximo de ingesta de azúcar añadido, algunos expertos abogan por reducir esta cantidad aún más, especialmente para personas con condiciones como diabetes o prediabetes.
Incluso productos que parecen inofensivos, como frutos secos tostados, leches vegetales o yogures, pueden contener azúcares añadidos sorprendentes. Para mitigar este problema, se sugiere optar por versiones naturales de productos como el yogur y añadir edulcorantes naturales como miel o frutos rojos, o controlar la adición de azúcares al preparar bebidas.
Finalmente, se advierte que los edulcorantes artificiales, si bien pueden reducir el contenido calórico, podrían no ser una solución óptima, ya que los sabores dulces en sí mismos activan el centro de recompensa del cerebro, pudiendo incitar a comer en exceso. La clave para una mejor salud radica en minimizar la dependencia general de los alimentos endulzados.