Nvidia usa su gran presupuesto para mantener su dominio en IA tras acuerdo con Groq
Montevideo Portal
Nvidia dijo esta semana que alcanzó un acuerdo no exclusivo con Groq para licenciar su tecnología y que contrató al fundador y director ejecutivo de la startup, Jonathan Ross, así como a su presidente y a otros empleados. CNBC informó que el acuerdo tendría un valor de US$20.000 millones, lo que lo convierte en el mayor acuerdo en la historia de Nvidia.
La analista de Bernstein, Stacy Rasgon, señaló en una nota a clientes el jueves que el acuerdo entre Nvidia y Groq “parece de naturaleza estratégica para Nvidia, ya que aprovecha un balance cada vez más sólido para mantener su dominio en áreas clave”. El flujo de caja de Nvidia aumentó más de un 30% con respecto al año anterior, hasta alcanzar los US$22.000 millones en su trimestre más reciente.
“Esta transacción es… esencialmente una adquisición de Groq sin ser etiquetada como tal (para evitar el escrutinio de los reguladores)”, añadieron los analistas de Hedgeye Risk Management en una nota del viernes.
El movimiento es solo el más reciente de una serie de acuerdos en inteligencia artificial (IA) por parte de Nvidia, la primera empresa del mundo en alcanzar una valoración de US$5 billones. Las inversiones del fabricante de chips en compañías de inteligencia artificial abarcan todo el mercado, desde desarrolladores de modelos de lenguaje de gran tamaño como OpenAI y xAI, hasta las llamadas “neo-nubes“ como Lambda y CoreWeave, que se especializan en servicios de IA y compiten con sus clientes de las grandes tecnológicas.
Nvidia también ha invertido en los fabricantes de chips Intel y Enfabrica. La empresa intentó sin éxito, alrededor de 2020, adquirir a Arm, el diseñador británico de arquitecturas de chips.
Las inversiones de amplio alcance de Nvidia —muchas de ellas en sus propios clientes— han dado lugar a acusaciones de que participa en esquemas de financiación circular que recuerdan a la burbuja de las punto-com. La compañía ha negado enérgicamente esas afirmaciones.
Groq, por su parte, buscaba convertirse en uno de los rivales de Nvidia.
Fundada en 2016, Groq fabrica unidades de procesamiento de lenguaje (LPU) orientadas a la inferencia de IA y comercializadas como alternativas a las unidades de procesamiento gráfico (GPU) de Nvidia.
El entrenamiento de modelos de IA consiste en enseñar a un modelo a aprender patrones a partir de grandes cantidades de datos, mientras que la “inferencia“ se refiere al uso de ese modelo entrenado para generar resultados. Ambos procesos requieren una enorme capacidad de cómputo por parte de los chips de IA.
Si bien Nvidia domina con facilidad el mercado de chips para el entrenamiento de IA, algunos analistas sostienen que pronto podría enfrentar una mayor competencia en el ámbito de la inferencia. Esto se debe a que los chips personalizados, como las unidades de procesamiento tensorial (TPU) de Google —y, posiblemente, los chips de Groq llamados LPU— pueden estar mejor adaptados para ciertas tareas.
Por ejemplo, las LPU son más rápidas y eficientes energéticamente cuando se utilizan con determinados modelos, ya que emplean un tipo de tecnología de memoria llamada memoria estática de acceso aleatorio (SRAM) integrada dentro de los propios chips. En cambio, las GPU de Nvidia dependen de memoria de alto ancho de banda (HBM) externa al chip, fabricada por empresas como Micron y Samsung.
Jonathan Ross, director ejecutivo de Groq, dijo en una entrevista reciente que la empresa emergente tenía como objetivo proporcionar chips para la mitad de las necesidades mundiales de cómputo destinadas a la inferencia de IA, y hacerlo a bajo costo.
“Lo que queremos hacer es llevar el costo del cómputo lo más cerca posible de cero. Cada año queremos hacerlo más barato“, declaró al medio empresarial indio YourStory. Cabe destacar que Ross ya ayudó a crear la mayor fuente de competencia de Nvidia: el ejecutivo lideró el desarrollo de la primera generación de TPU de Google.
El analista de Cantor Fitzgerald, CJ Muse, afirmó que la “acqui-hire“ de talento de Groq por parte de Nvidia, junto con la concesión de licencias de su propiedad intelectual, demuestra que el fabricante de chips “está jugando tanto a la ofensiva como a la defensiva“ en el ámbito de la IA. Muse señaló que el acuerdo permitiría a Nvidia captar “una cuota aún mayor del mercado de inferencia”.
Las acciones de Nvidia subieron alrededor de un 1% el viernes.
Otros en Wall Street se mostraron más desconcertados por el movimiento de Nvidia y por su posible precio de US$20.000 millones. Analistas de Hedgeye Risk Management argumentaron que los chips de Groq “todavía no están probados“ cuando se trata de modelos de IA de gran tamaño, debido a su baja capacidad de memoria.
“La tecnología actual de Groq está muy limitada a solo un pequeño subconjunto de cargas de trabajo de inferencia“, añadió el analista de DA Davidson, Alex Platt.
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