Hasta US$4.000 millones adicionales al Fisco: Lo que la fuerte subida del cobre traería a Kast en 2026
El cobre, junto al oro y la plata, han sido de las materias primas que han brillado por su rally alcista este 2025.
Y eso es una buena noticia para la billetera fiscal, y de mantenerse o incluso aumentar, lo será para el próximo gobierno de José Antonio Kast.
Según datos de la Bolsa de Metales de Londres, el valor de la tonelada de metal rojo alcanzó los US$12.673.50 este martes, encaminado a cerrar así su mejor año desde el 2009 tras romper varios máximos históricos. En Nueva York -donde los precios suelen ser más especulativos-, el futuro de cobre Comex subió 3,39% hasta los US$5,75 la libra.
El año del cobre y los US$4.000 millones extra que podría tener el Fisco en 2026
Las razones de la subida del “sueldo de Chile” responden a dos grandes temas: paralizaciones y disrupciones en importantes minas a nivel global como El Teniente en Chile y Grasberg en Indonesia, sumado a renovados temores por un arancel al cobre de Donald Trump en 2026.
Esto último volvió a acelerar las compras del metal en Estados Unidos, para adelantarse a la posible medida y así puso presión al precio.
Ahora bien, ¿cómo impacta esto a las finanzas públicas?
La economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Macarena García, recordó -consignada por Ex-Ante– que la proyección de la Dirección de Presupuestos (Dipres) para el precio del cobre en 2026 es de US$4,35, según el Informe de Finanzas Públicas del tercer trimestre.
En este sentido, considerando que cada centavo de dólar extra en el precio promedio significa unos US$27 millones extra para el Fisco por ingresos vía Codelco y grandes mineras, la experta proyecta que en caso de que el cobre promedie los US$5 en 2026 se generarían “en torno a US$2.300 millones de ingresos adicionales”.
Pero, si el promedio es de US$5,5, “entonces obtendría en torno a US$4 mil millones”, aseguró a Ex-Ante.
Con todo, Macarena advirtió que la política fiscal establece que el gasto no depende del ingreso medido en el precio efectivo del cobre, sino “que el de largo plazo” estimado en US$4,38, cercano al de la Dipres, y que todo ingreso adicional por el alto precio del recurso “servirá para financiar el gasto que ya está aprobado”, concluyó al citado medio.
El buen valor del cobre pone presión al dólar
Más allá de los ingresos a la billetera pública, uno de los aspectos donde más se nota el alza en el cobre es el tipo de cambio.
En los últimos meses, el alza del commodity ha servido para contener al dólar. Al cierre de esta jornada, el billete verde despidió el 2025 en los $899,15, una caída de -$16,35 frente al lunes y concluyendo así el peor año para la divisa en Chile desde el 2009 tras la crisis subprime.
La analista de mercados de XT Latam, Emanoelle Santos, reafirmó que “cuando el metal se fortalece, mejora el flujo esperado de dólares por exportaciones y se eleva la oferta de divisas, empujando el tipo de cambio a la baja, además, con menor liquidez típica de fin de año, el movimiento puede sentirse más limpio y rápido”.
“A eso se suma el componente financiero, si el mercado percibe menor presión inflacionaria importada y un entorno más benigno para riesgo/commodities, tiende a reducir la prima por mantener dólares, reforzando la apreciación del peso chileno”, añadió.
Ahora, para el 2026 el mercado prevé un déficit en la oferta de cobre, dado la mayor demanda por el avance en la electrificación de vehículos, energías verdes, almacenamiento energético y uso en centros de datos y chips para Inteligencia Artificial (IA) y problemas de abastecimiento aún persistentes, sumado a recortes en las proyecciones de importantes yacimientos como Quebrada Blanca en Chile.
Sobre el posible arancel al cobre, a mediados de año la Secretaría de Comercio de Estados Unidos deberá presentar un informe al presidente Donald Trump sobre la capacidad de refinamiento y procesamiento del recurso estratégico en el país,.
En ese momento, deberá decidir si pone un arancel al cobre refinado -el actual cobro solo se realiza a productos semi terminados-.
En caso de dar luz verde a la decisión, la tasa empezaría en enero de 2027 con un 15%, para aumentar al 30% en enero de 2028, según reveló la Casa Blanca en julio de este año.