En Cisjordania la población refugiada de Palestina sufre ataques a diario
La mayor parte de la atención se la lleva la terrible situación humanitaria en Gaza, pero no podemos olvidar que Cisjordania también está sufriendo una violencia sin precedentes.
Desde que comenzaron las hostilidades en la Franja, la violencia ha ido creciendo de manera muy alarmante en Cisjordania, incluida Jerusalén Este. El año 2023 fue el más mortífero para los palestinos allí. Entre octubre de 2023 y el 23 de septiembre de 2024, 693 palestinos han sido asesinados, incluidos al menos 150 niños y niñas
Hace unos días, un trabajador sanitario de UNRWA fue asesinado en el norte de Cisjordania, en el tejado de su casa por un francotirador, durante una operación militar israelí. Es el primer asesinato de un empleado de la Agencia en Cisjordania en más de 10 años.
Las últimas semanas han sido especialmente duras. Varias zonas han sufrido operaciones militares israelíes que han dejado decenas de personas asesinadas, heridas y desplazadas. Solo entre el 17 y el 23 de septiembre, las fuerzas israelíes asesinaron a 11 palestinos, entre ellos dos niños.
También se están atacando y destrozando árboles y plantaciones de propiedades agrícolas palestinas, así como otros bienes o infraestructuras. Sima Abu Ismail, una agricultora de Tulkarm, lamenta que su invernadero, y única fuente de ingresos, ha sido destruido por las autoridades israelíes. “Dependía de estos ingresos para pagar los estudios de mis hijos”, explica.
Los colonos israelíes por su parte han incrementado su violencia y la población palestina sufre agresiones físicas y verbales constantemente, lo que incrementa el miedo y la ansiedad de las personas agredidas. La población se siente cada día más insegura.
En total, desde octubre, se han registrado 1.390 ataques de colonos a población palestina.
Otra de las consecuencias, y una de las más alarmantes del incremento de la violencia de los colonos, son los desplazamientos. Desde octubre, 277 hogares palestinos integrados por 1.628 personas, incluidos 794 niños, han sido desplazados por estos ataques.
En toda Cisjordania, continúan las graves restricciones de movimiento y las detenciones en múltiples controles, así como las demoliciones de estructuras palestinas que provocan el desplazamiento de familias enteras.
La población está aterrorizada y su salud mental muy afectada.
En UNRWA seguimos trabajando para brindarles servicios, como atención sanitaria y educación, y otros artículos esenciales. A pesar de los riesgos y de los ataques que han sufrido nuestros equipos y nuestra infraestructura, seguimos apoyando a la población refugiada de Palestina en Cisjordania, incluida Jerusalén Este.