Hugo Morán (Medio Ambiente): "No se incorporaron adecuadamente los mensajes de alerta"
Cali (Colombia), 30 oct (EFE).- El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, aseguró hoy, tras la tragedia causada por la dana en la Comunidad Valenciana, con al menos 92 muertos, que las predicciones y análisis funcionaron «perfectamente» pero «los mecanismos de respuesta» no han incorporado de manera adecuada las alertas.
«Los mecanismos de predicción y de análisis han funcionado perfectamente, han sido capaces de prevenir con días de antelación lo que va a suceder; sin embargo, los mecanismos de respuesta posteriores han sido los que no han incorporado adecuadamente esos mensajes de alerta», dijo en una entrevista con EFE Morán en Cali, donde participa en la COP16 de Biodiversidad.
El paso de la dana ha dejado al menos 92 fallecidos, desaparecidos y cuantiosos daños materiales en la Comunidad Valenciana, donde más desastre ha causado, así como en Castilla-La Mancha y en Andalucía.
«Esos fenómenos naturales con los cuales estábamos acostumbrados a convivir están adquiriendo unas dimensiones que son desconocidas y que los mecanismos de respuesta no están adecuados para esas dimensiones», añadió Morán, para agregar que «la ciudadanía se resiste a aceptar que sus condiciones de vida van a cambiar» debido a la crisis climática global.
En este sentido, «resulta muchas veces complicado hacerles entender que las respuestas convencionales que se han venido dando a fenómenos de estas características ya no sirven y que esto obliga a restringir, a modificar, a condicionar los comportamientos, los protocolos de vida del día a día de las personas».
«Y esta es una situación que queramos o no es la que nos va a acompañar en el futuro», alertó el secretario de Estado.
El Gobierno español decretó tres días de luto oficial por la tragedia provocada por este fenómeno meteorológico y ordenó que el Consejo de Ministros del próximo martes apruebe la declaración de zona catastrófica para las áreas afectadas.
Las lluvias intensas que sufre la Comunidad Valenciana son las peores de este siglo XXI, comparable a las vividas en 1987 y en 1982, según un primer balance ofrecido en la red X por la Agencia Estatal de Meteorología del Gobierno de España.
«La sociedad está concienciada en su conjunto, pero el alcance y las dimensiones de estos fenómenos cada vez son mayores», dijo Morán en referencia a la crisis climática, que afecta «con independencia de cuál sean las condiciones del país en el que se producen estos fenómenos extremos».
«No hay rincón del planeta, no hay colectivo social que esté al margen de sufrir las consecuencias de un fenómeno que es de alcance global», según el secretario de Estado.
Morán alertó de que «quienes niegan, quienes cuestionan las consecuencias de estos fenómenos no pueden ser quienes estén al frente de la gestión de los intereses comunes, de los intereses públicos».
«Y ese es el gran problema al que nos enfrentamos, que en estos momentos están emergiendo respuestas políticas que cuestionan la verdad científica», algo que «puede condicionar en términos de inmediatez, en el corto y en el medio plazo, la capacidad de respuesta a un problema de una envergadura que vemos que está en condiciones de superarnos».
Para Morán, hacer frente al cambio climático «va a ser costoso y va a llevar tiempo, va a ser traumático en algunos casos, pero hay un elemento mucho más importante (…) y es el cambio cultural» de cómo «vamos a ser capaces colectivamente de asumir que las formas de vida en las cuales las últimas generaciones han vendido sustentando su modelo de desarrollo» ya no servirán en el futuro.
Para el futuro, en materia de adaptación climática, el secretario de Estado de Medio Ambiente destacó que hará falta «tomar decisiones en materia de planificación, en primer término de la ordenación del territorio, de los usos del territorio, de los usos del suelo y de los usos de los recursos naturales».
En el caso de la dana, recordó que donde más afectación ha causado es «en espacios que ocupan suelos que han sido clasificados como suelos inundables», pero criticó que cuando se propone calificar un suelo inundable y, como consecuencia no puede ser ocupado para crecimiento urbanístico, «lo primero que se produce es una reacción del espacio político local, de las estructuras económicas locales que cuestionan esa propuesta». EFE
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