Una nave enciende un viejo radiotransmisor y envía datos únicos a 24.000 kilómetros de distancia de la Tierra
La nave espacial Voyager 1, que navega a 24.000 millones de kilómetros de distancia de la Tierra y es una de las más veteranas de la NASA, ha recuperado la comunicación tras varios días de incomunicación a través de un radiotransmisor que dejó de usar en 1981.
Esta sonda, lanzada en 1977, es la que trabaja más alejada de la Tierra fuera de la heliosfera cuenta con un sistema de órdenes por el cual desde el centro de control mandan señales «para que encienda algunos de sus calefactores y caliente los componentes que han sufrido daños por radiación a lo largo de las décadas», según ha explicado Bruce Waggoner, responsable de aseguramiento de la misión Voyager a la CNN.
De esta forma, el calor puede ayudar a revertir el daño por radiación, que es el responsable de la bajada de rendimiento de los componentes. Estos mensajes se transmiten a Voyager 1 desde el control de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, (California, EEUU) a través de la Red de Espacio Profundo de la NASA.
A través de un sistema de antenas, la agencia se comunica tanto con Voyager 1 con su gemela, Voyager 2 que tardan unas 23 horas en alcanzar a su receptor. El 16 de octubre se envió una señal al calentador que no fue correctamente recibida y activó el llamado «sistema autónomo de protección contra fallos» de la nave, que desconecta los sistemas que no son esenciales para conservar energía si esta está consumiendo más de la que debería.
El equipo descubrió el problema cuando no pudo detectar la señal de respuesta de la nave espacial a través de la Red de Espacio Profundo el 18 de octubre. Los ingenieros sospechan que fue a raíz de esto lo que cambió la naturaleza de la señal de Voyager 1 cambiando su radiotransmisor habitual de banda X por el de banda S, que no se empleaba desde 1981 por la debilidad de su señal.
Una vez se reestablezca este radiotransmisor, los expertos creen que podrán conocerse detalles del fallo. Mientras tanto, tal y como recoge la CNN, los ingenieros enviaron un mensaje a la Voyager 1 el 22 de octubre para comprobar que el transmisor de banda S funcionaba, recibiendo la confirmación el 24 de octubre.
A pesar de esto, siguen investigando qué ha podido pasar y tratar de restaurar la conexión con el radiotransmisor X. «La señal de la banda S es demasiado débil para su uso a largo plazo», recalca Waggoner. «Hasta ahora, el equipo no ha podido utilizarla para obtener telemetría (información sobre la salud y el estado de la nave espacial), y mucho menos datos científicos. Pero nos permite al menos enviar comandos y asegurarnos de que la nave espacial sigue apuntando a la Tierra», añade.