La declaración final del G20 reitera objetivos del Acuerdo de París
La declaración final de la Cumbre de Líderes del G20 reitera el compromiso de los países del grupo con las principales directrices del Acuerdo de París. Se consensuó el objetivo de limitar el aumento de la temperatura media global muy por debajo de 2oC por encima de los niveles preindustriales. También se reconoció que los impactos del cambio climático serán significativamente menores con un aumento limitado a 1,5oC.
El Acuerdo de París fue firmado en 2015 por los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas (ONU). En él se estableció la Agenda 2030, que comprende 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Cada uno de ellos se desglosa en un conjunto de metas.
La declaración final del G20, publicada al final del primer día de la cumbre (lunes, 18), recuerda que desde 2015 solo se ha avanzado efectivamente en el 17% de las metas de los ODS y enumera una serie de desafíos.
El texto aborda cinco temas: la situación política y económica internacional; la inclusión social y la lucha contra el hambre y la pobreza; el desarrollo sostenible y la acción por el clima; la reforma de las instituciones de gobernanza global; y la inclusión y la eficacia en el G20.
Hubo dudas sobre la adhesión de Argentina al texto final. El gobierno presidido por Javier Milei llegó a expresar algunas discrepancias. Aun así, el país firmó la declaración, aunque emitió un comunicado con reservas y “desvinculándose parcialmente de todo el contenido de la Agenda 2030”.
Además de reiterar las directrices del Acuerdo de París, los párrafos de la declaración dedicados al desarrollo sostenible y la acción por el clima establecen un compromiso con el multilateralismo y exponen la urgencia de iniciativas eficaces para hacer frente a las crisis y desafíos derivados del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la desertificación, la degradación de los océanos y los suelos, las sequías y la contaminación.
Se destacó el objetivo de triplicar la capacidad mundial de energías renovables y duplicar la tasa media anual mundial de mejora de la eficiencia energética. El texto también incluye el compromiso de concluir, antes de finales de este año, las negociaciones sobre un instrumento internacional para combatir la contaminación por plásticos.
Financiación
La declaración establece la necesidad de una mayor colaboración y apoyo internacional con el objetivo de ampliar la financiación y las inversiones públicas y privadas en materia de clima. El texto subraya la importancia de optimizar las operaciones de los fondos verdes y defiende mecanismos innovadores como el propuesto Fondo de Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés). También expresa su apoyo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2024 (COP-29), que se está celebrando en Bakú (Azerbaiyán), para avanzar en las negociaciones sobre financiación medioambiental.
“Los países en desarrollo necesitan ser apoyados en sus transiciones hacia bajas emisiones de carbono. Trabajaremos para facilitar financiación de bajo coste para estos países. Reconocemos el importante papel de la planificación energética nacional, del fortalecimiento de capacidades, de las estrategias políticas y marcos legales, así como de la cooperación entre los diferentes niveles de gobierno en la creación de entornos propicios para atraer financiación a las transiciones energéticas”, dice el texto.
Fue la primera vez que Brasil presidió el G20 desde 2008, cuando se implementó el formato actual del grupo, compuesto por las 19 economías más grandes del mundo, así como por la Unión Europea y, más recientemente, la Unión Africana. La Cumbre de Líderes es el punto culminante del mandato brasileño. Sudáfrica sucederá a Brasil en la presidencia del grupo.