Conoce las 7 hormonas que regulan el hambre y aprende si puedes controlarla
Las hormonas que regulan el hambre y funcionan en una red, son:
Leptina
Producida en el tejido adiposo, se segrega para señalar la saciedad y reducir el apetito y el consumo de alimentos. Antes de su descubrimiento, no se sabía cómo se comunicaban los depósitos de grasa con el cerebro. No obstante, las personas obesas suelen tener niveles más altos de leptina porque tienen más grasa corporal y, si se reducen las calorías y se pierde grasa corporal, los niveles de leptina disminuirán. Por eso, la leptina está relacionada con el punto de ajuste del peso corporal.
Grelina
Conocida también como la «hormona del hambre», la grelina es producida por el estómago y sus niveles aumentan antes de comer y descienden después. En este caso, si se reducen las calorías para intentar adelgazar, los niveles basales de grelina aumentarán. «Esto hace que sea más difícil perder peso porque tu hambre se estimula más de lo normal», dice Marcio Griebeler, especialista en obesidad, endocrinólogo y director del Centro de Obesidad con el Instituto de Endocrinología y Metabolismo de la Clínica Cleveland. Aun así, cuando las personas tienen niveles altos de grelina, tienen mayor antojo de alimentos, especialmente ricos en grasas o dulces.
Colecistoquinina (CCK)
La CCK es una hormona de la saciedad que se produce en el intestino después de comer y que ayuda a sentirse lleno. También mejora la digestión al ralentizar el tránsito de los alimentos desde el estómago, aumentando así la sensación de saciedad. Esta hormona también puede afectar a los centros del apetito en el cerebro.
Insulina
Secretada por las células beta del páncreas cuando hay un aumento de la glucosa (azúcar) en el torrente sanguíneo, esta hormona se encarga de devolver la glucosa en forma de energía a las células. Y dado que la insulina también favorece la saciedad, la resistencia a la insulina, que puede ocurrir por diversas causas, provoca cambios en el cuerpo y el control del peso.
Cortisol
La famosa “hormona del estrés” (porque se produce en mayores niveles cuando hay una respuesta de estrés en el organismo) tiene muchas funciones, entre ellas, la regulación del metabolismo. Por eso, los niveles más altos de cortisol están asociados con la resistencia a la insulina y un mayor almacenamiento de grasa.
Péptido-1 similar al glucagón (abreviado GLP-1)
Liberado en el intestino después de comer, el GLP-1 interactúa con receptores cerebrales para desencadenar la saciedad, realizar la digestión y el movimiento de los alimentos por el tracto gastrointestinal, determinando la duración de la sensación de saciedad.
Polipéptido insulinotrópico dependiente de la glucosa (GIP)
Hormona producida por el intestino delgado después de comer que estimula la producción de glucógeno y ácidos grasos para inhibir la descomposición de grasas, aunque su descubrimiento es relativamente nuevo y todavía no se sabe mucho al respecto.
Para mejorar los niveles de las hormonas que regulan el hambre es ideal mantener un estilo de vida saludable con ejercicio, el consumo de alimentos mínimamente procesados y abundantes cereales integrales, frutas y verduras, y proteínas magras. También, es ideal tomar pequeñas comidas a intervalos de tres horas para conseguir una mayor estabilidad de estas hormonas.
Otro elemento importante es dormir bien, pues durante las horas de sueño se equilibran las hormonas que regulan el hambre y claro, aprender a regular el estrés.