María Fernanda Cabal lanzó polémica publicación contra la ministra de Ambiente y Gustavo …
María Fernanda Cabal cuestionó abiertamente la gestión ambiental del gobierno por cifras alarmantes de deforestación en la Amazonía colombiana, reveladas por una reciente investigación de la Universidad Nacional de Colombia, que evidenció un aumento del 177% tras la firma del Acuerdo de Paz en 2016.
Frente a este alarmante panorama, la senadora del Centro Democrático no tardó en manifestar su indignación. A través de su cuenta en X, la congresista lanzó una serie de duras críticas a la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.
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En una de sus publicaciones, Cabal interpeló directamente a la ministra: “¿Qué dice la ecópata?”. En otro mensaje fue más lejos y dijo: “¿Qué han hecho por Colombia en materia ambiental estos esquizofrénicos ecópatas del petrismo?”, acusando al gobierno de actuar de forma irracional en términos de gestión ambiental. La senadora no se detuvo ahí, y remató sus publicaciones con una fuerte denuncia: “Llegaron a robar a manos llenas con la excusa de la Paz, la pobreza, el medio ambiente, el hambre etc.”
Lo que sorprendió aún más a la opinión pública fue el hecho de que el presidente Gustavo Petro reposteara esta misma publicación de Cabal. Aunque Petro no emitió comentarios adicionales, el gesto de compartir el mensaje con sus seguidores hizo que se generaran inquietudes alrededor de la discusión en redes.
La investigación realizada por Valentina Cano Giraldo, magíster en Medio Ambiente y Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), analizó las causas y consecuencias de la deforestación en la región amazónica y reveló que, tras la firma del Acuerdo Final de Paz en 2016, los municipios que anteriormente estaban controlados por las Farc experimentaron un aumento de 177% en la deforestación, en comparación con un 90% en aquellos municipios donde la guerrilla no tenía presencia.
Este fenómeno de aumento de la deforestación es atribuido a la desaparición del control territorial ejercido por las Farc, lo que permitió la entrada de nuevos actores tanto legales como ilegales. Cano explicó que, “la transición del control territorial en la Amazonia, tras más de 5 décadas de conflicto armado, ha dejado a estos ecosistemas vulnerables frente a actores legales e ilegales”.
La investigación resalta que, aunque el acuerdo de paz fue un paso crucial para superar el conflicto armado, dejó un vacío de autoridad que rápidamente fue llenado por actividades como la minería ilegal, el acaparamiento de tierras y la expansión de la ganadería.
Antes de la firma del acuerdo, la Amazonía colombiana concentraba el 49% de la deforestación nacional. Sin embargo, tras el proceso de paz, esta cifra subió al 70,3%. Entre 2016 y 2017, la deforestación en la región aumentó un alarmante 87%, pasando de 83.533 a 156.560 hectáreas de selva arrasadas, según el estudio.
El fenómeno ha afectado particularmente a municipios como San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá, San José del Guaviare y La Macarena, que lideran las estadísticas de deforestación entre 2017 y 2021.
Una de las principales causas del incremento de la deforestación es la expansión de la frontera agrícola, especialmente impulsada por la ganadería extensiva. Los tres departamentos que lideran las cifras de deforestación en la región amazónica: Caquetá, Meta y Guaviare, son también los principales productores de ganado. Desde la firma del Acuerdo, el número de cabezas de ganado ha aumentado significativamente, de 3 millones en 2016 a casi 4,5 millones en 2021.
La dinámica de la ganadería ha provocado la “praderización” de vastas áreas de selva para convertirlas en pastizales. Además, la promesa de formalización de 7 millones de hectáreas de tierras, contemplada en el acuerdo de paz, ha incentivado la expansión de estas actividades. De hecho, tras la firma del acuerdo, se han establecido grandes fincas, algunas de hasta 1.000 hectáreas, en terrenos que anteriormente estaban fuera del alcance de estos proyectos.
Por otro lado, la minería, tanto legal como ilegal, ha sido otro motor de la deforestación. Desde 2013, Colombia ha registrado 196 títulos mineros y más de 1.200 solicitudes en áreas donde antes la guerrilla ejercía control. La minería de oro, particularmente en sus modalidades ilícitas, ha afectado a 30 entidades territoriales en la región amazónica.
Según Cano, la deforestación no solo afecta a los ecosistemas locales, sino que tiene un impacto global, ya que la Amazonía es vital para la biodiversidad y la regulación del clima mundial. Además, la investigadora también destacó que el aumento de la deforestación pone en duda la viabilidad de los compromisos del Gobierno colombiano de alcanzar una deforestación neta cero para 2030. Para Cano, es urgente repensar las políticas públicas en los territorios afectados por el conflicto armado y establecer una gestión territorial efectiva que involucre a las comunidades locales y proteja los recursos naturales.