El James Webb observó un raro objeto híbrido en el espacio: los científicos lo llaman «centauro»
El Telescopio Espacial James Webb (JWST) de la NASA, observó un extraño objeto híbrido en el espacio, una roca que tiene características de asteroide y de cometa, los científicos llaman a estos objetos “centauros”.
Este centauro en particular ya era conocido, se llama (2060) Quirón, pero ahora el James Webb descubrió algunas de las características que lo hacen único. De hecho, no se habían captado híbridos como este antes.
De acuerdo con un comunicado de la University of Central Florida, de Estados Unidos, científicos del Instituto Espacial de Florida (FSI), de la misma casa de estudios, analizaron la química de la superficie de Quirón y descubrieron que es diferente a otros centauros conocidos.
Con los datos del telescopio de la NASA, encontraron que en su superficie contiene hielo de dióxido de carbono y monóxido de carbono, así como dióxido de carbono y gases de metano en su coma, que es la envoltura de polvo y gas que lo rodea.
La investigación fue liderada por Noemí Pinilla-Alonso, científica asociada de FSI y Charles Schambeau, científico adjunto. El estudio con sus resultados se publicó en Astronomy & Astrophysics.
Previamente, el mismo equipo había detectado monóxido de carbono y dióxido de carbono en el hielo de objetos transneptunianos (TNO) por primera vez.
Pinilla-Alonso, plantea que este tipo de objetos se han mantenido casi intactos desde que se formó el sistema solar, por lo que pueden ser muy útiles para conocer mejor su origen.
“Todos los cuerpos pequeños del sistema solar nos hablan de cómo era en el pasado, un período de tiempo que ya no podemos observar”, señaló.
“Pero los centauros activos nos dicen mucho más. Están sufriendo una transformación impulsada por el calentamiento solar y brindan una oportunidad única de aprender sobre las capas superficiales y subterráneas”, explicó.
Quirón, un centauro único
Según la experta, Quirón es un satélite rico en elementos: “lo que hace único a Quirón es que podemos observar tanto la superficie, donde se encuentra la mayor parte del hielo, como la coma, donde vemos gases que se originan en la superficie o justo debajo de ella”, dijo.
“Los TNO no tienen este tipo de actividad porque están demasiado lejos y demasiado fríos. Los asteroides no tienen este tipo de actividad porque no tienen hielo sobre ellos. Los cometas, por otro lado, muestran actividad como los centauros, pero generalmente se observan más cerca del Sol, y sus comas son tan gruesas que complican las interpretaciones de las observaciones de los hielos en la superficie”, aclaró.
“Descubrir qué gases forman parte de la coma y sus diferentes relaciones con los hielos en la superficie nos ayuda a conocer las propiedades físicas y químicas, como el grosor y la porosidad de la capa de hielo, su composición y cómo la irradiación la está afectando“, concluyó.
Además, descubrir estos elementos en un objeto como Quirón permitirá dar más contexto a otros centauros que se han observado antes.
“Estos resultados no se parecen a nada que hayamos visto antes. Detectar comas de gas alrededor de objetos tan alejados del Sol como Quirón es un gran desafío, pero el JWST lo ha hecho accesible. Estas detecciones mejoran nuestra comprensión de la composición interna de Quirón y de cómo ese material produce los comportamientos únicos que observamos en él”, dijo Schambeau.
“Es un bicho raro en comparación con la mayoría de los otros centauros. Tiene períodos en los que se comporta como un cometa, tiene anillos de material a su alrededor y, potencialmente, un campo de escombros de polvo fino o material rocoso orbitando a su alrededor. Por lo tanto, surgen muchas preguntas sobre las propiedades de Quirón que permiten estos comportamientos únicos”, completó.
Los científicos esperan continuar observando a este centauro, ya que en su trayectoria se acercará un poco más a la Tierra y podrán apreciarlo mejor.
“Podemos estudiarlo a distancias más cercanas y obtener mejores lecturas sobre las cantidades y la naturaleza de los hielos, silicatos y compuestos orgánicos, podremos entender mejor cómo las variaciones estacionales de la insolación y los diferentes patrones de iluminación pueden afectar su comportamiento y su reserva de hielo”, manifestó Pinilla-Alonso.