Los cuerpos de seguridad surcoreanos se reúnen para coordinar un nuevo intento de arresto de Yoon
Representantes de la Policía, la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) y el servicio de seguridad presidencial se han reunido este martes para tratar de coordinar un nuevo intento de arresto del presidente Yoon Suk-yeol tras el fallido de principios de mes.
La reunión se ha producido en medio de las especulaciones de que la oficina anticorrupción que investiga al mandatario, destituido por su imposición de la ley marcial, llevará a cabo esta semana un nuevo intento de detención, ahora con la colaboración del servicio de seguridad presidencial (PSS).
El primer intento para ejecutar la orden de arresto impuesta a Yoon fracasó el pasado día 3 de enero, después de que la seguridad presidencial impidiera a funcionarios de la oficina anticorrupción y a decenas de agentes el acceso a la residencia del mandatario en un tenso encaramiento que duró varias horas.
El PSS accedió a participar en la reunión tras recibir una misiva de la Policía en la víspera pidiendo su colaboración en el asunto y advirtiendo de consecuencias legales ante cualquier obstrucción, así como de la posibilidad de ser despojados del estatus de funcionario.
Esta reunión de los cuerpos de seguridad se produce el mismo día en que se ha celebrado la primera audiencia formal del juicio en el Tribunal Constitucional para determinar si la destitución de Yoon será definitiva o no en relación a su fugaz declaración de la ley marcial en diciembre. El presidente surcoreano no ha comparecido, por lo que la instancia ha dado por concluida la vista.
Hasta 1.000 efectivos podrían participar en la detención
Las autoridades surcoreanas preparan un nuevo dispositivo para tratar de arrestar al presidente, en el que podrían participar hasta 1.000 efectivos, después de que un tribunal de Seúl extendiera la orden de detención la semana pasada.
Se cree que Yoon permanece escondido en su residencia desde que la Asamblea Nacional lo destituyera el 14 de diciembre.
Tras el primer intento de detención fallido, el PSS reforzó el recinto con alambre de espino, barricadas o alineando autobuses para dificultar el paso, por lo que se especula a su vez con el tipo de activos, desde helicópteros a vehículos acorazados, que la Policía podría llegar a desplegar en una segunda operación.
El refuerzo ha suscitado además preocupación por el potencial enfrentamiento físico entre las fuerzas del orden, el PSS y los miles de manifestantes a favor y en contra del presidente que llevan semanas reuniéndose frente al lugar.
Los abogados de Yoon han pedido una anulación judicial para la orden de arresto, ya que argumentan que sólo la Fiscalía, y no la oficina anticorrupción, puede solicitar una detención por un supuesto delito de insurrección, el único al que no es inmune un presidente surcoreano.