No sólo el té: este vital alimento también tiene microplásticos – Radio Fórmula
Escrito en ESTILO DE VIDA el
Los microplásticos, pequeños fragmentos de plástico con un tamaño menor a los 5 milímetros, han llegado a una amplia variedad de alimentos que consumimos todos los días como el té… y ahora fueron encontrados en un alimento vital para las personas, según el diario español El País.
Un estudio reciente ha encendido las alarmas sobre los efectos de los microplásticos en la salud humana al confirmar su presencia en la leche materna, un alimento vital para los recién nacidos.
Los hallazgos son parte de una preocupación creciente respecto al impacto de la contaminación plástica en el cuerpo humano, una problemática que hasta hace pocos años se consideraba casi exclusiva del medio ambiente.
En 2021, un equipo liderado por Antonio Ragusa, director de Ginecología y Obstetricia del Hospital Fatebenefratelli de Roma, detectó por primera vez microplásticos en la placenta de embarazadas.
Y aunque no pudieron determinar si estas partículas habían llegado a los fetos, un año después encontraron microplásticos en la leche materna de tres de cada cuatro mujeres participantes en otro estudio.
“Se creía que los microplásticos entraban en nuestro cuerpo y salían. Se pensaba que una partícula podía causar una inflamación en el tracto digestivo al pasar, pero no que podía atravesar las barreras celulares y acumularse en los órganos. Ahora se sabe que eso sí sucede”, explicó a El País Ana Isabel Cañas, directora del Centro Nacional de Sanidad Ambiental, en Majadahonda (Madrid).
Estas partículas, que pueden ser menores que una bacteria, han convertido al cuerpo humano en un vertedero involuntario de residuos plásticos.
¿En qué alimentos puede haber microplásticos?
Algunos de los alimentos más populares en los que que se pueden encontrar los microplásticos son:
- Pescados
- Mariscos
- Sal.
- Frutas
- Verduras
- Bebidas embotelladas
- Bolsas de té
Los plásticos utilizados en productos alimentarios se estudian para garantizar que no sean tóxicos, pero el envejecimiento del material o la exposición a la luz ultravioleta pueden alterar sus propiedades.
Estas modificaciones generan incógnitas sobre su impacto en la salud humana, especialmente cuando interactúan con otros elementos en el medio ambiente.
La presencia de microplásticos en la leche materna, las bolsas de té y otros alimentos ha causado preocupación a las personas sobre exposición a estos contaminantes.