El BCE continúa su viaje hacia la neutralidad: «Podría ser un sprint a toda velocidad»
Sin alarmas ni sorpresas. La primera reunión del año del Banco Central Europeo (BCE) ha transcurrido tal y como estaba descontada por el mercado, con un recorte de tipos de 25 puntos básicos, hasta el 2,75%. Con este movimiento, que supone la quinta bajada de su actual ciclo de flexibilización, el organismo se aleja de la Reserva Federal (Fed). Pero ¿qué esperar a partir de ahora? Los analistas lo tienen claro: continuará con su viaje hacia la neutralidad.
«O, parafraseando a Christine Lagarde: la dirección del viaje del BCE está clara y la siguiente parada es neutral, pero podría no ser la última. De hecho, como también dijo Lagarde, quería mirar por la ventana para seguir la evolución económica», dicen desde ING Economics.
Aunque para estos estrategas, que creen que es posible que veamos a la presidenta del BCE salir corriendo hacia la puerta en algún momento una vez que note el cartel de «parada final», su posición dependiente de los acontecimientos económicos, «podría convertirse en un sprint a toda velocidad».
Con todo, y si bien el BCE no se ha comprometido de antemano con ninguna trayectoria de tasas, parece bastante claro que el banco quiere seguir recortando en las próximas reuniones.
«Hemos visto una bajada de tipos que estaba hipertelegrafiada. Ahora, la atención se centra en los próximos movimientos: esperamos una nueva bajada muy pronto, probablemente en la reunión de marzo, y a partir de ahí habrá que observar con más detalle la evolución del escenario», afirma Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad.
«En la conferencia de prensa, Lagarde dijo que el consejo de gobierno ni siquiera había discutido cuándo podría terminar el actual ciclo de flexibilización. Esperamos que el BCE reduzca la tasa de depósito dos veces más en 25 puntos básicos antes de mantenerla estable en el 2,25% después del segundo trimestre. Sin embargo, un resurgimiento de la inflación salarial en medio de la escasez de mano de obra podría obligar al BCE a subir las tasas de nuevo al 3% en 2027″, analizan desde Berenberg.
En TD Securities también se decantan por «recortes secuenciales de 25 puntos básicos hasta su reunión de junio, llevando la tasa de depósito al 2,00%, 50 puntos básicos por debajo de nuestra estimación de la tasa neutral del BCE del 2,50%».
Felix Feather, economista de abrdn, prevé tres recortes más este año. «Esta opinión se basa en unas perspectivas de crecimiento débiles y en nuestra expectativa de que la inflación baje hasta el objetivo y se mantenga allí».
RECORTES PARA IMPULSAR EL CRECIMIENTO
Y es que la decisión del BCE de recortar los tipos ha llegado después de conocerse que el producto interior bruto (PIB) de la zona euro se ha estancado (0%) en el cuarto trimestre, en medio de un crecimiento negativo en Francia y Alemania.
«Prevemos una mayor relajación de la política monetaria, ya que persiste la preocupación por el crecimiento. Sin embargo, la velocidad de los recortes adicionales de los tipos dependerá en gran medida de la rapidez con que se modere la inflación de los salarios y los servicios. La incertidumbre sigue siendo elevada, dado el impacto poco claro de la agenda arancelaria de Trump en la región», dice Lale Akoner, analista global de Mercado de eToro.
«Mantenemos nuestra opinión de que el BCE recortará por debajo del tipo neutral para apoyar la economía, en particular tras los datos de crecimiento del PIB del cuarto trimestre de 2024, que sorprendieron al organismo con una caída de 20 puntos básicos. Prevemos cuatro recortes adicionales de 25 puntos básicos este año (marzo, abril, junio y septiembre). Además, vemos riesgos a la baja si los aranceles estadounidenses afectan negativamente al crecimiento europeo más de lo que hemos previsto», aseveran desde Nomura.
En este sentido, Lagarde ha subrayado que la evaluación macroeconómica del banco central apenas había cambiado desde su reunión de diciembre y que el BCE sigue considerando que el proceso desinflacionario sigue en marcha. No obstante, ha reconocido la debilidad a corto plazo de la economía de la eurozona
«El deseo de mantenerse a la vanguardia -también a la luz de las posibles preocupaciones económicas que la administración estadounidense podría generar en la eurozona- sigue siendo una razón convincente para volver a situar los tipos de interés en un nivel neutral«, comentan en ING Economics.
«Según la lógica del BCE, el Banco tendrá que llevar los tipos de interés a los niveles esperados por el mercado en diciembre para poder cumplir con las previsiones de diciembre. Esto significa recortar los tipos en un total de otros 75 puntos básicos. De lo contrario, la inflación se quedaría corta y el crecimiento se quedaría corto. Esto significa que otro recorte de tipos de 25 puntos básicos en la reunión de marzo es prácticamente un hecho consumado», añaden.
Pero hasta dónde llegará el BCE a partir de ahí dependerá de varios factores. «Las estimaciones de dónde se encuentra el tipo de interés neutral (la semana que viene se publicará un documento del personal con nuevas estimaciones), la coherencia, la precisión y la dirección de las proyecciones del personal (la próxima ronda se publicará en marzo), así como las políticas económicas que surjan de la Casa Blanca«, señalan desde la entidad.
DIVERGENCIA ENTRE EUROPA Y EEUU
Con esta nueva bajada de tipos, se acentúa la divergencia entre Europa y EEUU, sobre todo, después de que Jerome Powell, presidente de la Fed, insistiera este miércoles en que su organismo no tiene prisa por recortar los tipos.
«Todo indica que la política de bajada de tipos va a ser mucho más intensa en Europa que en Estados Unidos. Esto tiene implicaciones de todo tipo y condición, pero la primera que se nos viene a la cabeza es el tipo de cambio. La divergencia en la política monetaria podría llevar a una apreciación del dólar frente al euro, lo que afectaría al ámbito comercial. Y aquí entra otro factor clave: si la Administración Trump toma medidas arancelarias, habrá que ver cómo impacta en el comercio global«, agrega Del Pozo.
Por lo tanto, «es fundamental estar muy atentos a los próximos movimientos de los bancos centrales y, especialmente, a si la administración estadounidense pone en marcha las medidas que el candidato Trump ya adelantó en su momento. Además, habrá que monitorizar muy de cerca dónde se sitúa el punto de equilibrio en esta nueva fase de normalización monetaria y, sobre todo, la evolución del empleo, que será clave en las decisiones de política económica en los próximos meses», reitera el experto.
«Esta divergencia está justificada por las diferencias en las perspectivas de crecimiento, pero la creciente disparidad en los tipos de interés, combinada con el fuerte apetito de los inversores por las empresas estadounidenses, pone de manifiesto la excesiva dependencia de la economía global respecto a EEUU. Las perspectivas de crecimiento siguen siendo débiles en Alemania, Francia y el Reino Unido, y los desafíos políticos hacen difícil prever una recuperación en Europa a corto plazo«, concluye Matt Morgan, jefe de renta fija de Jupiter AM.