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La nueva fiebre del oro está en el espacio: inversión con destino a las estrellas
En un mundo donde la exploración espacial avanza a un ritmo sin precedentes, destinar una parte de la cartera a empresas emergentes con potencial disruptivo puede ser una jugada estratégica para aquellos inversores con visión a largo plazo. Al igual que ocurrió con la revolución digital, la industria aeroespacial está sentando las bases de lo que podría ser la próxima gran transformación en la tecnología y la economía global.
El espacio, históricamente visto como un ámbito exclusivo de agencias gubernamentales, se ha convertido en un sector con una creciente participación privada. Desde el lanzamiento de satélites hasta la exploración de Marte y la minería de asteroides, las empresas que lideran esta industria buscan no solo expandir los límites de la humanidad, sino también generar nuevas oportunidades económicas. El objetivo es ambicioso: reducir los costos de acceso al espacio, desarrollar infraestructura orbital y explotar recursos espaciales con un impacto significativo en múltiples industrias.
El sector ha atraído inversiones millonarias y el respaldo de magnates como Elon Musk, Jeff Bezos y Richard Branson, lo que refleja la creciente convicción de que la economía espacial será una de las mayores fuentes de crecimiento en las próximas décadas. SpaceX ha logrado revolucionar los lanzamientos con cohetes reutilizables, mientras que Blue Origin y Virgin Galactic están abriendo el camino para el turismo espacial y la fabricación en microgravedad.
Aunque todavía en etapas iniciales, algunas compañías ya cotizan en bolsa y están desarrollando tecnologías que podrían cambiar la manera en que accedemos y utilizamos el espacio. La inversión en este sector no está exenta de riesgos, ya que muchas de estas empresas aún no han alcanzado rentabilidad. Sin embargo, para una cartera con horizonte de 20 años, representa una de esas oportunidades de largo plazo con alto potencial de revalorización.
A continuación, analizaré algunas de las empresas más innovadoras en la industria espacial, aquellas que, aunque todavía en fase de desarrollo, podrían transformar el futuro de la exploración y la economía espacial. Estas compañías representan diferentes facetas de la industria espacial, desde servicios de lanzamiento y turismo espacial hasta soluciones satelitales y defensa aeroespacial, ofreciendo diversas oportunidades para los inversores interesados en este sector en expansión.
Rocket Lab USA Inc (NASDAQ: RKLB)
Especializada en el desarrollo y lanzamiento de cohetes para satélites pequeños y medianos, Rocket Lab se ha consolidado como un actor clave en la industria espacial. Su cohete insignia, Electron, ha permitido reducir costos y aumentar la frecuencia de lanzamientos, facilitando el acceso al espacio para empresas y gobiernos.
Cuando analicé esta compañía por última vez, cotizaba en torno a los 5-6 dólares, y actualmente se encuentra cerca de 28 dólares, habiendo alcanzado un máximo de 33,34 dólares. Después de esta vertiginosa subida desde los 3,50 dólares, lo más prudente sería esperar a que el precio consolide antes de entrar o aumentar posiciones. Considero que un ajuste hasta la zona de los 22 dólares, equivalente a un retroceso del 38,2% de Fibonacci, podría ofrecer una oportunidad atractiva de compra para inversores con visión de largo plazo.
Si son uno de esos afortunados que ya compraron acciones de Rocket Lab meses atrás, cuando la analicé por primera vez, les recomendaría aumentar posiciones si la cotización descendiera a la franja de 18,40 – 14,90 dólares, zona en la que se abrió un potente gap y que representaría una corrección del 50% y 61,80% de Fibonacci del tramo alcista descrito.
Virgin Galactic Holdings Inc (NYSE: SPCE)
Pionera en turismo espacial, busca comercializar vuelos suborbitales para pasajeros civiles. Con el respaldo de Richard Branson, la compañía apunta a convertir el turismo espacial en una industria accesible y recurrente en los próximos años.
Virgin Galactic ha experimentado una caída significativa en el valor de sus acciones, alcanzando mínimos históricos. Esta tendencia a la baja se atribuye a varios factores:
Dilución de acciones: La empresa ha intentado recaudar capital mediante la emisión de nuevas acciones. Por ejemplo, en junio de 2023, anunció la venta de hasta 400 millones de dólares en acciones ordinarias, lo que generó preocupaciones entre los inversores sobre la dilución del valor de las acciones existentes.
Evolución financiera débil: Virgin Galactic ha reportado pérdidas mayores a las esperadas. En un trimestre reciente, la pérdida por acción fue de 0,57 dólares, superando la estimación de 0,52 dólares, lo que refleja desafíos en su camino hacia la rentabilidad.
Riesgo de exclusión bursátil: La empresa ha sido advertida sobre un posible retiro de la cotización en la Bolsa de Nueva York debido a que su precio promedio de cierre se mantuvo por debajo de 1 dólar durante un período consecutivo de 30 días. Esta situación pone en riesgo su presencia en el mercado bursátil principal. Si Virgin Galactic (SPCE) es excluida de la Bolsa de Nueva York (NYSE) por no cumplir con los requisitos mínimos de cotización, sus acciones probablemente pasarían a negociarse en el mercado OTC (Over-The-Counter), específicamente en el OTC Markets Group, en categorías como OTCQX, OTCQB o Pink Sheets, dependiendo de su situación financiera y regulatoria.
El mercado OTC es menos regulado que las bolsas principales (NYSE o Nasdaq), lo que conlleva menor liquidez, mayor volatilidad y una reducción en el interés de los inversores institucionales. Sin embargo, la empresa podría intentar recuperar su cotización en la NYSE mediante:
1. Reagrupamiento de acciones (reverse stock split): Consolidar varias acciones en una sola para elevar artificialmente el precio por acción.
2. Aumento de capital o mejora financiera: Presentar un plan de recuperación para cumplir con los requisitos mínimos de cotización.
Este tipo de exclusión no significaría la quiebra de la empresa, pero sí un golpe fuerte a la confianza del mercado, algo que deben valorar si deciden comprar.
Northrop Grumman Corporation (NYSE: NOC)
Gigante aeroespacial y de defensa que desarrolla tecnologías espaciales avanzadas. Ha participado en proyectos clave como el Telescopio Espacial James Webb y el sistema de aterrizaje lunar para futuras misiones a la Luna.
Técnicamente, el título lleva desde octubre de 2022 desarrollando un proceso lateral que está sirviendo para digerir las fortísimas subidas de los últimos lustros. Esta consolidación me llama la atención, ya que a corto plazo el título está a un paso de alcanzar la base de la misma en torno a los 415 dólares. En ese entorno valoro seriamente poner un pie en esta compañía, buscando que desde ahí retome su formidable tendencia alcista de largo plazo. En este caso pondría un stop en los 400 dólares. Si cae ese soporte me temo que se vería confirmado un patrón de giro bajista que nos advertiría de caídas adicionales hacia al menos los 350 dólares, pero el problema sería que habría entrado en fase de corrección y no podría descartar caídas más importantes. Lo que tengo claro es que si eso último tomara cuerpo y la cotización acabara yendo a buscar soportes de largo plazo como los 200-225 dólares, estaríamos ante una de esas oportunidades que no habría que dejar escapar. Pero todo a su debido tiempo.
Si tuviera que elegir dos componentes de este sector, sin duda me decantaría por Rocket Lab en los 22 dólares y Northrop en la zona de los 415 dólares.