¿Te engañaron? Profeco aclara el mito sobre los alimentos en el cine – Kebuena
Si estabas emocionado porque viste en redes una lista de alimentos permitidos en los cines, tenemos que decirte que te la aplicaron porque no es cierto.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ya salió a desmentir esta información, aclarando que nunca publicó ni autorizó ninguna lista que te deje entrar con tus snacks favoritos.
¿Entonces puedo o no puedo entrar con mi propia comida?
Aquí es donde la cosa se pone interesante. Aunque ningún cine puede obligarte a comprar comida dentro de sus instalaciones, la realidad es que cuando compras un boleto, aceptas sus términos y condiciones. Y sí, muchos cines incluyen en su contrato la restricción de ingresar con alimentos del exterior.
Según la Ley Federal de Protección al Consumidor, en su artículo 58, los proveedores no pueden discriminar ni obligarte a consumir sus productos, pero si establece que al comprar un servicio (como ver una peli en el cine), aceptas sus reglas, siempre y cuando no sean abusivas.
Revisar mochilas: ¿es legal o un abuso?
Aquí otro punto clave. De acuerdo con la Profeco, los cines no pueden obligarte a abrir tu mochila para revisar si traes comida, ya que eso afecta tu libertad y seguridad personal (artículo 10 de la ley). Eso sí, si te piden amablemente que la enseñes y tú accedes voluntariamente, entonces no hay problema.
Al respecto, el titular de la Profeco, Iván Escalante Ruíz, dejó claro que te pueden pedir que muestres el contenido de tu mochila, pero NO forzarte a hacerlo. Así que si algún empleado del cine te exige abrir tu bolso sin tu consentimiento, está violando la ley.
¿Me llevo mis papitas o no?
La realidad es que cada cine tiene sus reglas, y si en su contrato prohíben el ingreso de alimentos externos, tienes que respetarlo o buscar una opción que sí lo permita.
Por eso, antes de confiar en listas falsas de redes sociales, mejor revisa bien los términos del cine al que vas. Y si te sientes vulnerado por una revisión forzosa, tienes derecho a quejarte con la Profeco.
