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Tras detectar el asteroide 2024 YR4, registraron otros objetos estelares en dirección al sistema solar
Después de que se descubriera la existencia del meteorito 2024 YR4 y que su órbita podría coincidir en 2032 con la de la Tierra, un grupo de científicos detectó a principios de febrero una serie de objetos estelares que se acercan desde una galaxia cercana. Este conjunto de materiales todavía no se identificó, pero se estima que algunos de ellos podrían impactar con el sistema solar.
El riesgo en el espacio es constante. La posibilidad de destrucción y nacimiento de cuerpos celestes está siempre a la orden del día, y eso no excluye a nuestro planeta. A pesar de que la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) informaron que el peligro de colisión de 2024 YR4 es de baja probabilidad, ahora científicos de la Universidad de Western Ontario, en Canadá, anunciaron que Alpha Centauri “podría haber enviado” material desconocido hacia acá.
En un estudio llevado a cabo por los astrofísicos Cole R. Gregg y Paul A. Wiegert, se indicó que existirían más de un millón de objetos desconocidos que llegaron desde ese sistema estelar cercano y que ahora vagan por la Vía Láctea, muchos de ellos en nuestro sistema solar.
Los investigadores concluyeron que Alpha Centauri expulsa material estelar al universo debido a sus interacciones gravitacionales. Su sistema está compuesto por tres estrellas: Alpha Centauri A, B y Próxima Centauri. Entre ellas y los planetas que giran en sus órbitas, se produciría un intercambio de energía tan masivo que, en respuesta, varias rocas viajarían en dirección a nuestro sistema solar.
En 2017 se detectó el primer objeto de 100 metros de longitud que apareció en nuestro sistema sin haberse originado acá. Se lo bautizó como Oumuamua y, tras el análisis de los científicos canadienses, se especuló que llegó desde Alpha Centauri. Es decir, que viajó 4,25 años luz.
Este tipo de material tarda 10 millones de años en llegar y, cuando lo hace, queda atrapado en la Nube de Oort, una región helada que custodia los límites del sistema solar. Solo uno de cada millón sería detectable con los telescopios más sofisticados que posee la humanidad, por lo que representa un trabajo enorme diferenciar entre qué elementos pertenecen a la Vía Láctea y cuáles no.
“Aunque los sistemas estelares maduros probablemente expulsen menos material que aquellos en sus años de formación de planetas, la presencia de múltiples estrellas y planetas aumenta la probabilidad de dispersión gravitacional de los miembros de cualquier reservorio planetesimal remanente, de forma muy similar a como los asteroides o cometas están siendo expulsados actualmente de nuestro sistema solar”, explicaron los expertos en el artículo.
Ese tipo de objetos consiste en micropartículas hasta rocas de gran tamaño. Se calcula que unos 10 meteoritos interestelares por año ingresarían a la Tierra proveniente de Alpha Centauri.
Esa estructura estelar tendrá su punto más próximo a nuestro sistema solar dentro de 28.000 años, cuando se producirá un intercambio interestelar como nunca antes. Mientras tanto, los científicos podrán analizar y estudiar los comportamientos que surjan a medida que esto suceda, aunque, claro, faltan varios milenios para confirmar impactos de gravedad en la Tierra.
Con ese acercamiento, se espera que lleguen partículas con material orgánico de los planetas que conforman Alpha Centauri, ya que esos datos podrían ayudar a conocer si albergan vida similar a la nuestra.
“Una comprensión profunda de los mecanismos por los cuales el material podría transferirse desde Alpha Centauri al sistema solar no solo profundiza nuestro conocimiento del transporte interestelar, sino que también abre nuevos caminos para explorar la interconexión de los sistemas estelares y el potencial de intercambio de material a través de la galaxia”, concluyeron.