
El mapa que podría cambiar la forma en que vemos la Tierra
Desde hace siglos, cartógrafos y científicos han intentado plasmar la superficie de la Tierra en un mapa sin distorsiones. Sin embargo, cada intento ha generado errores en tamaños, distancias o formas.
Ahora, un equipo de investigadores ha diseñado una proyección que reduce significativamente estos problemas. Aunque no es perfecta, su precisión supera a todas las anteriores y podría redefinir la forma en que visualizamos el planeta.
Un mapa que mejora a los anteriores
La nueva proyección, creada por Richard Gott y su equipo, se suma a la larga lista de intentos por representar la Tierra con la mayor precisión posible. Durante siglos, mapas como la proyección de Mercator o el sistema Winkel-Tripel han sido ampliamente utilizados, cada uno con sus propias ventajas y limitaciones.
El problema es que todas estas proyecciones generan distorsiones inevitables. Gott y su equipo han desarrollado un método de evaluación que mide seis factores clave: forma, área, distancia, flexión, asimetría y cortes. Con este sistema, su nueva proyección ha obtenido una puntuación de error inferior a la del Winkel-Tripel, hasta ahora considerada la más precisa.
Una de las características más destacadas de este nuevo mapa es su diseño en forma de disco con dos caras, lo que permite representar ambos hemisferios sin interrupciones significativas. Esta innovación soluciona el problema de los cortes en los mapamundis tradicionales, donde el océano Pacífico aparece dividido.
Un modelo que trasciende la Tierra

El potencial de esta proyección no se limita a nuestro planeta. Los investigadores han aplicado su sistema a la cartografía de otros cuerpos celestes, como los planetas del sistema solar e incluso el Fondo Cósmico de Microondas, la radiación más antigua del universo.
Gracias a esta nueva perspectiva, la proyección de Gott podría convertirse en una herramienta clave para mejorar nuestra comprensión del espacio. Su precisión no solo nos permite ver la Tierra de una manera más realista, sino que también abre la puerta a nuevas aplicaciones en la astronomía y la exploración del cosmos.