
“La familia siempre ha fascinado a los escritores”
▲ El novelista francés Pierre Lemaitre reconoció su afinidad con Émile Zola, de quien le impactó su magnífica obra y ver cómo las novelas se hablan entre sí
.Foto Europa Press
Reyes Martínez Torrijos
Periódico La Jornada
Jueves 13 de marzo de 2025, p. 3
El escritor francés Pierre Lemaitre explicó que la familia es una representación en miniatura de la sociedad global: los novelistas encontramos ahí los mismos temas, los celos, la competencia, la pasión, el amor y la dependencia
, por lo cual es el mejor personaje colectivo para abarcar décadas de historia.
La novela más reciente del autor, Un futuro prometedor (Salamandra), será lanzada hoy en español. Es la tercera parte de la saga Los años gloriosos, que tiene de protagonista a la dinastía Pelletier. Además, es el sexto título de un enorme proyecto literario que integra la serie Los hijos del desastre y se prevé que conjuntará 10 libros que exploran un siglo de historia.
Lemaitre (París, 1951) refirió en conferencia que esta saga familiar “no tiene comparación, es decir, no hay muchos novelistas que hayan decidido hacer un folletín de todo un siglo. No somos muchos con esta ambición un tanto desmesurada. Tiene algo especial, no único, pero estoy muy motivado.
Estoy terminando la novela siguiente, que llegará en español en aproximadamente un año. He terminado siete libros de los 10 que me he propuesto escribir y ahora empiezo a ver la luz al final del túnel. Cuando haya concluido esta serie podré empezar a plantearme vacaciones y me gustaría dedicarlas a la novela negra y policiaca.
El narrador admitió: si mañana volviera a la novela negra, quitando la histórica, tendría la sensación sólo de cambiar de registro. Por la mañana, cuando me levanto, me siento a mi mesa y abro esa caja de herramientas narrativa. Es la misma de hace 20 años, tanto si estoy en novela policiaca o en la histórica. No hago esa diferencia
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La historia de Un futuro prometedor, ambientada en Praga en 1959, introduce elementos habituales de las novelas de espionaje, como la existencia de un infiltrado, el viaje y el peligro. He intentado recuperar ese estándar y rendir homenaje a textos de espías de Eric Ambler y John Le Carré, pasando por James Bond, etcétera
, contó Lemaitre.
El novelista mencionó que la “familia siempre ha fascinado a los escritores. La cantidad de ocasiones en que se ha utilizado en las novelas es enorme. Es uno de los temas preferidos de muchos autores modernos. De Thomas Mann, por ejemplo, hasta Roger Martin Du Gard, lo encontramos en la literatura del mundo. Una de las primeras historias de la antigüedad ya es una historia de familia.
“Mi hipótesis es que los novelistas –no soy la excepción– plantean que la familia es espejo de la sociedad global, es decir, esta microsociedad formada por padres e hijos, el núcleo principal, vive una serie de tensiones, vínculos y de relaciones, son una representación en miniatura” de la humanidad.
El formato del folletín nacido en el siglo XIX, continuó el también guionista, aunque parece antiguo es emulado ahora por las series de televisión. No hay nada más moderno que el folletín y espero tener una pequeña parte de responsabilidad en el hecho de recordar al lector que somos los escritores quienes lo inventamos
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Influencias
Lemaitre reconoció su afinidad por su compatriota Émile Zola, “un modelo en lo que respeta la construcción, no tanto por la novela social. Me impactó su magnífica obra y ver cómo las novelas se hablan entre sí.
De Zola y Balzac he intentado tomar prestado un poco de ambos modelos para fabricar esta serie de novelas. Cualquier escritor tiene que situar su trabajo en los pasos de sus maestros. Para mí son una gran influencia. Quiero hacer a estos grandes escritores un homenaje, no comprarme con ellos.
Una novela, continuó el autor, explica el tiempo en que se ubica, pero también traduce las condiciones en las que se escribe o se produce. Especialmente las mías, son un instrumento que muestra algo del pasado, pero con una manera actual de considerarlo. Tengo la sensación y la esperanza de que no sólo está contando la historia del ayer, sino dando testimonio de la situación actual
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Añadió que a mediados del siglo pasado “se preparó buena parte de lo que vivimos ahora y, en cierto modo, se forjó la incertidumbre que pesa hoy en el mundo. En mi novela, en 1959, estamos en la guerra fría, una tensión entre dos bloques, y ahora estamos en una situación un tanto parecida, es decir, la reconstitución de unos bloques fuertes: Europa, Estados Unidos, Rusia, China”.
El autor recordó su gozo con la creación de Nos vemos allá arriba. Nunca había disfrutado tanto como escribiendo ese libro, por un motivo sencillo: antes yo escribía novelas policíacas, que es un género con reglas muy definidas y hay que respetarlas aunque sea después para superarlas. Al ir hacia una novela histórica, me sentía liberado de muchas limitaciones y sentía un placer ingenuo con una libertad que nunca antes había conocido
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Me gustaría sobrevivir a la etapa de Donald Trump
Al concluir ese texto se prometió rencontrar tal emoción y tras el éxito y el Premio Goncourt que obtuvo, pensó en que la historia situada al final de la Primera Guerra Mundial podía ser el inicio de una serie sobre el periodo entreguerras, que fue Los hijos del desastre. Mientras escribía dicha trilogía, tuvo la idea de prolongarla con otra: Los años gloriosos.
Lemaitre contó que esto es algo que se ha ido desarrollando en el movimiento propio de la escritura. Hacia el final de la primera saga, el proyecto de cubrir todo el siglo se estabilizó
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Dijo que le encantaría cerrar este proyecto en buena salud, pero con la escritura no sabes exactamente cuánto tiempo te va a llevar un libro y no voy a ocultar que me gustaría sobrevivir a la etapa de Donald Trump y seguir publicando después de él
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