
Diversificación de activos, la tendencia que crece entre la comunidad cripto argentina
Cada vez son más los argentinos que deciden sumarse al ecosistema cripto: en 2024, la cantidad de usuarios creció un 11% frente al 2023, alcanzando un total de 1,6 millones. Los datos surgen del informe Panorama cripto en América Latina realizado por el exchange de criptomonedas Bitso.
En lo que respecta a comportamientos de compra, el usuario argentino demostró una fuerte preferencia por las stablecoins, con USDT (50%) y USDC (22%) como los principales activos digitales. Le siguieron bitcoin (8%), pepe (4%), XRP (3%), ether (2%) y solana (2%).
El contexto económico -con una inflación superior al 100% y controles de capital estrictos (aunque menos severos que en 2023)- fue el factor determinante para que las stablecoins se presenten como una alternativa atractiva al peso. Sin embargo, también hubo quienes adquirieron pesos para aprovechar las altas tasas de interés, generando un carry trade que apreció el peso durante el año.
Por otro lado, los argentinos tendieron a diversificar sus carteras. En números concretos, el 46% correspondió a bitcoin, frente al 56% de 2023; el 16% a stablecoins (dos punto porcentuales menos de 2023); el 10% a ether; el 7% a XRP; y el 4% a memecoins.
“En esta reducción de bitcoin en las carteras, tanto en Argentina como en la región, puede haber influido los máximos históricos que alcanzó su cotización, que permitieron a los inversores obtener ganancias significativas para luego reinvertirlas en otras cripto con grados de riesgo y potenciales rendimientos mayores, como las altcoins”, señaló Julián Colombo, director general de Bitso Argentina.
Bajo esta línea, si bien el 51% de los usuarios locales posee una única criptomoneda, el 20% ya tiene dos criptoactivos; el 18%, cuatro o más; y el 10%, tres. “Estas variaciones en la diversificación podrían obedecer a la combinación de distintos factores, como un mayor apetito de riesgo, condiciones socioeconómicas, así como diferencias en la antigüedad que tienen como clientes”, destaca el informe.
Frente a esta tendencia a la diversificación, Colombo opinó que la principal tarea de la industria en 2025 será concientizar y educar a los usuarios, en especial en un contexto marcado por un fuerte auge de las memecoins, como $TRUMP, $MELANIA y $LIBRA.
Por su parte, Latinoamérica continúa apostando por la adopción de criptomonedas. Específicamente, Bitso registró un incremento del 12% en la cantidad de usuarios, con un total de 9 millones, divididos entre la Argentina (1,6 millones), Brasil (1,9 millones), Colombia (500.000) y México (4,4 millones).
En este sentido, el estudio demostró una importante presencia de un público joven: el 38 % tiene entre 25 y 34 años, y detrás se encuentran los segmentos de 18 a 24 (23%) y el de 35 a 44 años (11%).
Al igual que en la Argentina, las stablecoins (39%) también fueron las criptomonedas más elegidas en la región, dividido entre USDC (24%) y USDT (15%). Esto representa un crecimiento frente al registro de 30% de 2023. En tanto, el 22% correspondió a bitcoin, un 6% menos que en el primer trimestre de 2024. Esta baja corresponde a un incremento en el precio promedio de bitcoin, y la continuación de un comportamiento de tenencia HODL (hold on for dear life), interpretado como “aferrarse al activo” mientras se aprecia, explican desde Bitso.
Por otro lado, el 9% de las compras a nivel regional correspondió a XRP; el 6% a pepe; el 5% a ethereum; el 4% a solana; el 2% a doge; el 1% a shiba inu; y el 1% a LTC.
En lo que respecta a las carteras, predominó la diversificación: a pesar de que el 42% posee una única criptomoneda, el 26% ya cuenta con cuatro o más. En detalle, se incrementó la presencia de las monedas fiduciarias, memecoins y otros tokens, comparado con 2023, cuando era mayor la presencia de stablecoins y bitcoin.
Bitcoin, por ejemplo, representó el 49% de las carteras, frente al 57% de 2023. El estudio sostiene que esto podría deberse al año “sumamente optimista” para este activo digital, con máximos históricos en su cotización, lo que permitió que tenedores consumados realicen ganancias parciales, para luego convertirlo a otras cripto o monedas fiduciarias. La creciente exposición a otros activos digitales es otro de los factores que explican este fenómeno.
Con las elecciones de Estados Unidos y la tendencia alcista de bitcoin, también hubo optimismo en otros activos que habían sido “previamente castigados o mal vistos”, como SOL, XRP y las memecoins.
La regulación es uno de los temas que mantiene en vilo a la industria cripto a nivel mundial. La creación del marco regulatorio de Mercados en Criptoactivos (MiCA) en Europa y el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca se presentan como dos factores fundamentales para lograr una regulación “más amigable” en 2025, indicó Colombo.
En la Argentina, la creación del registro de Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV) por parte de la Comisión Nacional de Valores (CNV) fue un avance significativo. Sin embargo, aún no hay una regulación clara. En este sentido, el pasado 2 de diciembre se cumplió el plazo habilitado por la CNV para presentar opiniones y sugerencias sobre la regulación a los PSAV.
A casi un mes del escándalo de $LIBRA y con el objetivo de brindar mayor seguridad a los usuarios, Colombo adelantó que actores del sector público y privado buscan acelerar la publicación de la ley. Por este motivo, se estima que la resolución final estará la próxima semana. “Va a implicar un costo más grande para las empresas”, dijo.
Algunos de los requisitos en discusión son: contar con responsables legales y equipos de compliance en el país, advertir a los usuarios sobre la volatilidad de ciertos activos y “separar” a los inversores según su nivel de conocimiento. Este último punto evitaría que los usuarios accedan a criptomonedas que no conocen en profundidad.