10 acciones ambientales para las fiestas decembrinas – El Colombiano
La navidad es época de fiestas, de compartir en familia o con amigos, de permitirse algunos excesos con comidas y bebidas y de regalar: regalar tiempo, obsequios materiales, experiencias…
Con la Navidad, entonces, llega también una gran responsabilidad. No solo promover espacios seguros, sobre todo en pandemia, y cuidar de la salud física y mental propia y de los otros, sino que hay un compromiso con el ambiente que es, con frecuencia, olvidado.
Toda actividad humana tiene impacto en los ecosistemas. La ducha especial que se dio ayer 24 requirió un consumo de agua y de energía si estaba caliente y el jean que se estrenó requirió para su confección 7.500 litros de agua, lo que bebe una persona en siete años.
Hasta las luces y los alumbrados con los que está decorada su casa, que parecen inofensivos, pueden aumentar el problema de contaminación lumínica que desorienta y desplaza a varias especies animales, y las bolsas plásticas con las que empacó los regalos pueden aportar a la contaminación de mares, bosques y océanos. Hasta el punto más profundo del océano, el abismo de Challenger en la fosa de las Marianas, ya tiene residuos sólidos provenientes de la actividad humana.
Y como el ambiente y el cambio climático son asunto de todos y cualquiera puede aportar, acá le recordamos 10 acciones que puede tener en cuenta para no contaminar durante y después de las fiestas decembrinas.
1, No más plástico
La comida es la protagonista de las fiestas colombianas. Sea tamal, asado, natilla con buñuelos o sancocho y frijolada del día después, procure no utilizar elementos desechables, como platos de icopor y vasos y cucharas plásticas. Si no tiene otra opción, lávelos, déjelos secar y entréguelos a un lugar donde puedan ser reutilizados y reciclados. Recuerde que es un mito que el icopor no se recicla.
2. Ojo con lo que sobra
De toda la comida que se consume en todo el planeta, 40 % termina en desperdicios y no es consumida, y en Colombia se calcula que esa pérdida equivale a 34 % de lo producido, 1,5 millones de toneladas anuales de alimento, según el Departamento Nacional de Planeación. Para evitar esto, compre y prepare solo lo que sabe que va a comer, aprenda a almacenar y guardar las sobras de forma apropiada para que duren más, no toque los alimentos que no se van a comprar en las tiendas y pida para llevar en los restaurantes.
3. Ni más globos ni bombas
Se han popularizado arreglos y decoraciones como arcos o paredes repletas con bombas de diferentes tamaños y texturas. Esos globos terminan en bosques y mares y son consumidos por equivocación por diferentes animales, como las tortugas marinas, que los confunden con medusas. Aunque haya globos biodegradables, recuerde que cualquier material orgánico puede ser degradado por medios biológicos, pero lo que cambia es el tiempo en el que esa degradación se dará, así que no basta con ponerle la palabra “biodegradable”. Finalmente, opte por opciones como globos de papel.
4. Regalos más orgánicos
Si aún tiene regalos por dar, piense bien qué puede ser útil, pero también responsable con el ambiente. Evite regalar productos muy empaquetados o procesados, ropa rápida o fast fashion y demás materiales contaminantes. Opte por otras opciones, como recetas y preparaciones que usted mismo hizo, artículos ecológicos, como cubiertos o jabones, libros o, incluso, atrévase a hacer trueques y regale esa prenda que ya no usa.
5. El empaque también importa
Una vez elija ese regalo ideal, evite empacarlo en bolsas plásticas. Mejor, opte por opciones más amigables con el ambiente como bolsas de papel o envuélvalos con papeles reciclados o periódicos. Reutilice esa bolsa que le dieron en la navidad pasada.
6. Otros tipos de contaminación
Existe también la contaminación lumínica y la auditiva, que afectan a especies animales que se desorientan, se desplazan a otras zonas y sus poblaciones se ven reducidas. Controle el volumen de la música que escucha y no prenda más luces de las necesarias. Opte por luces con sensores o aquellas con tonalidades más cálidas.
7. No todo es un buen regalo
Los animales domésticos son una gran responsabilidad. No regale un perro o un gato si no está seguro de que la persona lo podrá y querrá cuidar como se debe. Y no apoye, bajo ninguna circunstancia, el comercio y tráfico ilegal de fauna silvestre: no compre monos, felinos, aves y tortugas que no deben estar en cautiverio. Privarlas de su hábitat natural representa un daño enorme para el ecosistema.
8. Deje todo mejor de lo que lo encontró
Si las fiestas son en el mar, si está en una cabaña en un bosque o en algún desierto, sea consciente de que el manejo de residuos es más limitado y sea responsable con sus residuos. Sepárelos y, de ser necesarios, llévelos a su lugar de origen y allí les da la disposición adecuada. Evite las fogatas o las preparaciones en leña que pueden causar incendios forestales y no lance pólvora.
9. Viaje seguro y responsable
La Navidad y las fiestas decembrinas reúnen a familias y a amigos. Y aunque es época para estar en compañía, no olvide que los viajes por carretera y, sobre todo, los realizados en avión, son muy contaminantes. Evítelos de no ser necesarios.
10. Ojo con las tradiciones
La pólvora, los globos de mecha, el año viejo… Son tradiciones muy colombianas y antioqueñas, pero eso no quiere decir que estén bien. Las tres prácticas contaminan y, particularmente, son extremadamente peligrosas y pueden causar incendios forestales que acaben con áreas enteras de bosques y zonas verdes.