
La minería en Ciudad Real es mucho más que wolframio y monacita: es patrimonio cultural …
La monacita gris y el wolframio, con sus noticias y sus polémicas recientes, han puesto de actualidad la minería en Ciudad Real. Pero esta no es ni mucho menos una novedad, sino parte de la historia de la provincia y de España.
Una historia que es más que la historia de su minería, sino de su minería ancestral, atávica, que es patrimonio cultural y mundial: el patrimonio minero ciudadrealeño que continúa en el presente, mira al futuro y significó una fuente de vida en el pasado.
Metales preciosos y canteras de piedra
Sisapo llamaban los romanos a La Bienvenida, la mina de mercurio, plomo y plata de Almodóvar del Campo que es zona arqueológica y Bien de Interés Cultural con su necrópolis, sus murallas o la «domus de las columnas rojas».
La Ciudad de los Vascos no la explotaron los romanos, sino los árabes en Toledo en el X. Una medina andalusí donde se explotaban metales preciosos en el actual término de Navalmoralejo.
Domus de las columnas rojas en Ciudad Real
En las largas (dos kilómetros de extensión) canteras de piedras de molino medievales de Piédrola, en Alcázar de san Juan, se han encontrado importantes restos romanos y una necrópolis islámica.
Piedras de molino como los del Quijote y piezas icónicas de la tradicional y esencial industria agroalimentaria de la región.
Almadén, Patrimonio de la UNESCO
Quizá la joya de la corona ciudadrealeña, por el cinabrio de donde sale el «oro rojo», son las minas de mercurio de Almadén, las mayores del mundo que se cerraron a causa de su toxicidad y fueron declaradas patrimonio mundial por la UNESCO.
Sus distintas instalaciones históricas son Bienes de Interés Cultural, como la Puerta de Carlos IV, o el Real Hospital Minero de san Rafael; y Bienes de Interés Patrimonial como la serie de construcciones monumentales en torno a Almadén llamadas Cerco de Buitrones.
Fachada del Real Hospital de Mineros de San Rafael
En Almadén se puede contemplar toda la historia de la minería, por ejemplo en los bariteles de los pozos de San Andrés o de San Carlos, impresionantes máquinas de extracción de madera movidas por animales. O el horno de Aludeles o de Bustamante. Un impresionante museo, rico y amplísimo: la Historia subterránea del mundo con ecos en la superficie.