
Un experimento consigue que el ojo humano vea un color totalmente nuevo: lo llaman ‘olo’
Un grupo de científicos ha conseguido lo que hasta hace poco parecía imposible: hacer que el ojo humano vea un color completamente nuevo, fuera del espectro visible natural. El estudio que detalla este experimento describe un tono bautizado como ‘olo’, una especie de azul verdoso con una saturación que nunca antes se había descrito.
Los autores publicaron sus resultados en la revista Science Advances el último viernes 18 de abril.
El logro fue posible gracias a una técnica de estimulación retiniana llamada ‘Oz’, que permite controlar de manera precisa los fotoreceptores de la retina —las células responsables de captar la luz—.
Con este método, los investigadores estimularon exclusivamente los conos M, encargados de detectar longitudes de onda medias, típicamente asociadas al verde. En condiciones normales, estos conos se activan junto con otros tipos (L y S), pero los científicos lograron aislar su activación, lo que desbloqueó una experiencia visual inédita.

Cinco personas participaron en el experimento y describieron el color como algo nunca antes visto. “Imagina la luz de un puntero láser verde, pero con una saturación tan intensa que incluso el láser parece pálido en comparación”, explicó en un comunicado James Fong, coautor del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad de California, Berkeley.
Para lograr esta estimulación precisa, los científicos mapearon con gran detalle la retina de cada participante usando una técnica llamada tomografía de coherencia óptica con óptica adaptativa (AO-OCT), que identifica los distintos tipos de conos observando cómo cambian su forma al recibir luz. Luego, aplicaron microdosis de láser en longitudes de onda visibles directamente sobre los conos M, ajustando constantemente el enfoque para compensar el movimiento natural del ojo.
El nombre ‘olo’ proviene de un sistema de coordenadas tridimensional que representa la activación de los conos L, M y S: ’0, 1, 0′, es decir, sin estímulo en los conos L y S, y estimulación total en los M. Posteriormente, el nuevo color fue incorporado en imágenes y videos para analizar cómo se percibía dentro de contextos visuales más amplios.

Aunque prometedora, la técnica presenta limitaciones. Actualmente, los participantes deben mirar ligeramente de reojo, ya que la estimulación precisa es más difícil en el centro exacto de la retina, donde los conos son más pequeños.
Por ahora, solo se ha mapeado una pequeña región de la retina, lo que obliga a mantener la mirada fija durante el experimento.
El potencial de ‘Oz’ va más allá de ver un nuevo color. Los científicos creen que podría ser usado para estudiar enfermedades visuales o incluso compensar el daltonismo, al entrenar al cerebro a interpretar estímulos que normalmente no recibe. Asimismo, exploran su uso para simular la visión de personas con tetrocromatismo, una condición rara en la que se tiene un cuarto tipo de cono y una percepción del color mucho más rica.
Sin embargo, llevar este avance a dispositivos cotidianos, como pantallas de televisión o celulares, aún está lejos de ser posible. “Nuestro método requiere equipos muy especializados, así que olo seguirá siendo, por ahora, un color que solo unos pocos han tenido el privilegio de ver”, concluyó Fong.