
Minería en Ecuador: en los próximos cuatro años se empezarían a construir seis proyectos …
El resultado de la segunda vuelta electoral trajo calma a la industria minera, que espera estabilidad en Ecuador para el desarrollo de los proyectos y que en los próximos meses el Gobierno del presidente Daniel Noboa Azín, quien tendrá un nuevo mandato, abra el catastro minero.
El futuro del país es la minería, independientemente de qué administración esté en el poder, remarca la presidenta de la Cámara de Minería de Ecuador, María Eulalia Silva.
¿Cómo asimilan en la industria el triunfo de Daniel Noboa?
Quiero felicitar la gesta democrática que hemos vivido. Fueron unas elecciones pacíficas. Creo que de por sí eso ya es una ganancia para el país. Otra ganancia es saber que vamos a tener un gobierno de cuatro años. Le auguramos todo lo mejor al presidente Daniel Noboa y a la vicepresidenta María José Pinto. Para el sector minero lo que más necesitamos es estabilidad y creo que empezar un periodo de cuatro años con buenas perspectivas es positivo. El presidente Noboa ya demostró su apoyo a la industria minera. Lo hizo encabezando hace un año la delegación del Ecuador y poniéndose de pie frente a los inversionistas, diciéndoles: “Ecuador es un destino para sus inversiones, creemos en la minería responsable y creemos en promover el desarrollo de esta industria”.
¿Cómo estaban los ánimos sabiendo que la otra candidata, Luisa González, se había comprometido con Pachakutik a ir por una moratoria minera y otros temas sensibles para la industria si ganaba las elecciones?
Sí nos sorprendió en su momento. Pero también recordemos que para gobernar se necesitan no solamente políticas, equipos, buenas intenciones o un plan de gobierno. Se necesitan recursos. Y más en un país dolarizado como el nuestro, se necesita que esos recursos vengan de la mano de la inversión extranjera. La minería industrial empieza a operar en 2019 y el rato que lo hace dejó claro que el futuro del país es la minería, independientemente de qué administración esté.
¿Cuáles esperan que sean los primeros pasos que tome el Gobierno para la minería?
Creemos que uno de los pilares para el desarrollo de esta industria es la expedición de una política minera de Estado, que no responda a una persona o a una institución. Quizás una de las primeras cosas que podrían suceder al respecto, ojalá así fuese, es la escisión de los ministerios. Este es el futuro del país y necesita su propio ministerio. Otro tema que también podría hacerse ya en pocos meses es la reapertura del catastro, que desde el 2018 está cerrado. Hay varios proyectos legislativos en ciernes en la Asamblea Nacional que son de vital importancia para la industria.
¿Cuáles son esos proyectos en la Asamblea?
Ley de consulta ambiental, ley de consulta previa libre e informada, reforma a la ley de minería, la ley de recursos hídricos también. La Asamblea Nacional es un jugador absolutamente clave para el desarrollo de la industria o para su truncamiento.
La próxima Asamblea será muy polarizada, ¿cómo ven que eso podría influir en el tratamiento de los temas?
Como Cámara de Minería somos un órgano apolítico y parte de nuestras obligaciones es relacionarnos con los estamentos del Estado. En la Asamblea Nacional nos hemos reunido con las bancadas. Hemos tenido mucha apertura del bloque de ADN (gobiernista), sin duda alguna, pero también tenemos que reunirnos con el correísmo. Es un relacionamiento profesional el que hacemos, para que la toma de decisiones de esas autoridades sea informada. Nosotros somos los viabilizadores de la información y de los criterios técnicos.
¿Cuáles son las perspectivas de la industria?
En los próximos cuatro años al menos seis proyectos estarían entrando a construcción. Algunos están terminando ya exploración avanzada, otros ya terminaron o están acabando estudios económicos de prefactibilidad. Son proyectos que se encuentran en estado maduro y que se acercan poco a poco a la construcción de mina. Si es que esos seis proyectos avanzan como está previsto, estaríamos hablando de que en los próximos cuatro o cinco años estarían empezando a construirse seis proyectos con una inversión de $ 10.000 millones, en distintos puntos del país.
¿Cuáles son esos proyectos?
Yendo de norte a sur estaría Cascabel, que podría iniciar su construcción más o menos en 2027. Es el mayor proyecto de exploración minera que tiene el país, está en Imbabura. Luego está en Sigchos, Cotopaxi, el proyecto La Plata, que está cerca de completar todo su portafolio de permisos. En Bolívar, en el cantón Las Naves, está El Domo; ellos ya cuentan con todos los permisos y licencias. Están en el desarrollo de obras tempranas.
Más al sur está Loma Larga, en Azuay. Es el proyecto minero de altura más estudiado del mundo, con unos estándares en tratamiento de agua, en tratamiento de suelo, sumamente interesante, un verdadero modelo de minería responsable. Si vamos más abajo nos vamos a encontrar con Cangrejos, en la provincia de El Oro. Y en Morona Santiago está Warintza, un proyecto de cobre muy atractivo. Se entiende que es uno de los mayores yacimientos de cobre del Ecuador. Estamos hablando de verdaderos polos de desarrollo en cada uno de sus puntos.
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Con esto se esperaría que las exportaciones mineras sigan en aumento.
Si todo sale de acuerdo a lo planificado, así sería. Este año 2025 podemos estar terminando entre los $ 3.300 millones y $ 3.500 millones. Este año no habrá nuevas operaciones. Tampoco el año 2026, pero sí esperamos que empiece a llegar la inversión extranjera para la construcción de estas minas. La fase de construcción de mina es muy dinámica en la atracción de inversiones y en la generación de empleo. Cuando ya pasan a operación, la inversión se normaliza, se genera empleo y se atraen divisas a través de las exportaciones.
El Ecuador necesita minas que estén operando para generar divisas. Pero también necesita exploración. Es absolutamente vital que se abra el catastro minero para que la exploración se nutra. (I)