
Igualdad Animal. Morir antes del rastro: 100 millones de pollos mueren en granjas

Los pollos son los animales terrestres que más se crían y matan para comercializar su carne. En México, más de 2 mil millones son matados cada año, de acuerdo con cifras oficiales. A pesar de que esa gran mayoría lleva una corta vida y enfrentará una muerte llena de prácticas dolorosas, otros 100 millones mueren antes de llegar al rastro debido a las condiciones en las que se les explota y el desarrollo de enfermedades. Por años, los pollos han sido seleccionados para crecer más y más rápido, con el fin de obtener mayores beneficios económicos de la venta de su carne. Este crecimiento es tan acelerado que les causa problemas en los huesos, enfermedades cardiovasculares y pulmonares.
Así, cuando debido a su peso los pollos tienen problemas para levantarse y moverse, dejan de tener fácil acceso a alimento y agua. La falta de movilidad por enfermedades y lesiones también interfiere con la libertad de manifestar comportamientos naturales y aumenta sus niveles de agresividad, por lo que se pueden generar heridas que se infectan y causan sufrimiento. Esta incapacidad para moverse también les genera problemas en la piel por el contacto directo con el suelo sucio de sus propias heces y orina.
Esto ha sido documentado ampliamente por Igualdad Animal, que además de revelar esta realidad a través de la investigación “Pollo Hecho en México”, presentó el informe “Mortalidad en la industria avícola en México”, que da cuenta de los más de 100 millones de pollos que no llegan al rastro, pero que aún así mueren en condiciones deplorables y dolorosas.
La estimación realizada por expertos con la información disponible es conservadora, pues ante la ausencia de reportes de las empresas, el número podría ser mucho mayor. Asimismo, la falta de datos no permite establecer con claridad el manejo que las granjas hacen de los animales muertos.
Apenas el pasado 14 de abril, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Pesca de Tabasco informó que la muerte de cientos de vacas criadas por su carne se debió a que fueron alimentadas con pollinaza mezclada con cadáveres de aves que originalmente eran criadas para consumo humano, pero que murieron en la crianza.
Para más información visita la investigación “Pollo Hecho en México” y consulta el reporte en la página igualdadanimal.mx.